Con motivo de la mención «tangencial» en la carta que publiqué ayer (ver aquí) del «asunto Bigg-Wither», y rompiendo la discreción que pedía la propia Jane (espero que no venga a regañarme por ello), me ha parecido oportuno que, independientemente del enlace que dejé, que estaba en inglés, no estaría de más hacer una pequeña reseña

Harris Bigg-Wither

de este importante evento en la vida de Jane, que al principio le provocó algún soponcio, y supongo que, con el paso de los años, más de alguna carcajada. Ahora veréis por qué…

Nos situamos primero:

Cuando las hermanas Austen vivían en Steventon, entre el vecindario estaban las hermanas Bigg, a saber: Alethea, Elizabeth y Catherine. Tenían un hermano, Harris, que era seis años menor que Jane. Los hermanos Bigg vivían en Manydown, cerca de su casa. Y en Manydown fue precisamente donde Jane estuvo tonteando más de la cuenta unos años antes con Tom Lefroy. Ya leímos sobre el coqueteo con él (ver aquí) y sobre las esperanzas que tenía Jane en que Tom le hiciese alguna proposición de matrimonio (ver aquí). En estas cartas vemos cómo menciona a  las hermanas Bigg. Si Jane tenía apenas 20 años, el pequeño Harris debía andar por los 13/14, así que había sido testigo de la vida social de sus hermanas y sus amigas durante todos estos años.

Es el 2 de Diciembre de 1802 cuando Harris le hace la proposición a Jane. Pero vamos a ver qué estaba ocurriendo. En 1801, Jane, junto con sus padres y su hermana Cassandra, se habían ido a vivir a Bath (con gran disgusto para Jane). De vez en cuando, hacían visitas a Steventon donde se solían quedar, o bien en casa de su hermano James, que ahora era el clérigo de la parroquia, o en la de algunas antiguas amistades, como podían ser los Bigg.

Ese año 1802, Charles, el hermano pequeño de Jane, estuvo bastante con su familia. De hecho, pasó el verano con ellos; luego, el 3 de Septiembre llevó a Jane y a Cassandra a casa de su hermano Edward en Godmersham, donde casi estuvieron dos meses, hasta el 28 de Octubre, en que Charles las llevó de vuelta a Steventon. Y el 25 de Noviembre las dos hermanas fueron invitadas a pasar unos días en Manydown, en casa de sus amigos, los Bigg.

No me quiero ni imaginar a las cinco pasándoselo estupendamente, contándose cosas de Bath, etc. En tan buen estado de ánimo, no se les ocurre otra cosa a las hermanas Bigg y a Cassandra, que «alcahuetear» con su hermana y con Harris. Parece ser que, como el que no quiere la cosa, dejaron a Jane a solas con Harris (a quien sospecho que, habiéndole gustado siempre Jane, entre todas (bueno, entre las cuatro, para ser más exactos) le pusieron la cabeza como un bombo), y el muchacho «se lanzó» a proponerle a Jane en matrimonio, de manera sorpresiva, no se sabe muy bien si en la biblioteca o en el salón. ¡Y Jane aceptó!

¿Por qué lo pongo entre exclamaciones? Porque tiendo a pensar que la afirmativa se pudo deber a varias razones:

– o se lo estaban pasando tan bien que esto era más parte de un juego en el que Jane entró sin pensarlo detenidamente;

– o Jane había bebido un poquito más de la cuenta de Negus.

El caso es que, tras meditarlo toda la noche, a la mañana siguiente Jane volvió a quedar en privado con Harris, le dijo que

Manydown

donde había dicho «Digo» había querido decir «Diego»: es decir, que retiraba su aceptación a su propuesta de matrimonio, y salió precipitadamente de la casa junto con su hermana Cassandra, y ante unas hermanas Bigg llorando desconsoladamente. Esta salida me hace pensar que Cassandra estaba perfectamente al tanto de lo que se iba a hacer cuando se levantaran, y que la noche la pasaron hablando entre las dos hermanas hasta que tuvieron perfectamente diseñado cuál iba a ser el «plan» de escape de la situación, sabiendo las implicaciones personales y sociales que podía tener lo que acababa de hacer Jane.

De Manydown llegaron a casa de James, a quien le pidieron que, inmediatamente, las llevara a Bath. De hecho, James tuvo que cancelar su servicio religioso del domingo para llevar a sus hermanas de vuelta a casa. Por cierto, su mujer Mary, hermana de Martha Lloyd, que veía este matrimonio muy conveniente, se llevó un gran disgusto con la cancelación del compromiso.

«Sospechosamente», no tenemos ninguna carta del periodo entre 1801 y 1804. No sé por qué, me temo que son parte de las que se fueron al fuego de la chimenea cuando Cassandra decidió que no se supieran demasiadas intimidades de su hermana, y en las que, además, Cassandra debió de recibir algún tironcillo de orejas. La encerrona, desde luego, bien se lo merecía.

¿Cuáles eran las ventajas e inconvenientes de un matrimonio con Harris? Las ventajas, eran obvias. Tenían una posición social y económica bastante buena y holgada, conocían el entorno social y geográfico, se llevaban de maravilla con la familia, y se conocían de siempre. Los inconvenientes venían de la educación recibida por Jane. Los Austen tenían claro que tanto los hombres como las mujeres de la familia debían de casarse por amor, respeto y admiración, y nunca por conveniencia. Y Harris…. pues, eso. Aparte de ser un muchacho guapetón y de buena planta, por lo demás debía de ser lo que en castizo llamamos «pavisoso». Se dedicaba a dar vueltas por la casa, se sentaba medio tumbado en el sofá en las reuniones familiares, no tenía conversación ni aficiones interesantes, y muy poquito de la chispa que estimulaba tanto a Jane.

El caso es que ni Jane ni Harris se quedaron demasiado «tocados» por el asunto, ya que Harris se casó escasamente dos años después, en Noviembre de 1804, con Anne Howe, con la que tuvo 10 hijos 10, y con la que aparentemente se entendía muy bien y fueron un matrimonio muy feliz. Francamente, no me imagino a Jane madre de tanta prole. Con sus seis novelas y trabajos menores ya nos dejó bastante legado.

Pues así parece ser que fue, y así os lo he intentado contar. A mí, francamente, se me quedan en la memoria dos escenas  dignas de rememorar una y otra vez:

– la de las cuatro amigas haciéndole la encerrona a Jane y a Harris (les debió parecer que tocaban el cielo con la punta de los dedos cuando Jane aceptó), y todas dando palmas;

– la de Jane y Cassandra saliendo a toda mecha, con las hermanas Bigg batiendo pañuelos de despedida y desolación; James con cara de «¿qué es lo que está pasando aquí?» y Jane y Cassandra respondiendo: «¡No preguntes y haz el favor de llevarnos a Bath YA!», más la cara que se les debió quedar a los padres cuando vieron llegar a sus hijos, y luego recibir el relato profuso de los acontecimientos.

Conociendo la ironía de la familia, mucho me temo que llegaron a ser momentos de más de una buena conversación, y espero que de risas al recordarlo. Aunque, como eran tan respetuosos con los sentimientos propios y ajenos, igual también decidieron poner punto en boca y no volver a mencionar el asunto nunca más, al menos por escrito. Pero, en las reuniones familiares más privadas, me extrañaría tanto que no se hablara de ello…

P.D.: las hermanas Austen y las hermanas Bigg siguieron siendo amigas hasta el final. De hecho, cuando Jane enfermó, Alethea y Elizabeth vivían en Winchester, y fueron ellas las que les buscaron un lugar donde alojarse, y visitaron a las hermanas Austen a diario. Pero ésta es otra historia…

Fuentes:

http://www.jasa.net.au/japeople/biggwither.htm

http://becomingjane.blogspot.com.es/2007/08/mr-wisley-vs-mr-harris-bigg-wither.html