Jane está preparando sus distintos desplazamientos con su familia. Comenta sobre sus planes sobre Worthing, lugar del que ya hablamos en otra entrada (https://hablandodejaneausten.com/2011/05/14/placa-en-memoria-de-jane-austen-en-stanford-cottage/). La casa en la que se hospedó Jane se ha mantenido en pie y es ahora una pizzería en la que se come bastante bien, y en la que se ha puesto una placa conmemorativa de la estancia de la escritora en ese lugar.

Carta de Jane a Cassandra  (Jane tenía 29 años)

Viernes 30 de Agosto de 1805

De Goodnestone Farm a Godmersham.

Mi querida Cassandra:

He decidido quedarme aquí hasta el lunes. No se debe a nada que tenga que ver con Marianne, pues ya casi se encuentra tan bien como de costumbre, sino con Harriot, que es tan amable en sus deseos por que le haga compañía, que no he podido tomar la decisión de dejarla mañana, especialmente porque no tenía ninguna razón que dar sobre la necesidad de dicha partida. No me resultaría conveniente quedarme con ella más allá del principio de la semana que viene, sobre todo por la ropa, así que confío en que a Edward le venga bien venir a buscarme o enviar a alguien el lunes, o el martes si el lunes lloviera. Harriot me ha expresado su deseo de proponer que venga aquí el lunes, y que me volviera a traer el martes.

Las insinuaciones de la carta de Elizabeth provocan mi ansiedad por conocer algo más de los planes sobre lo que vamos a hacer, o no, y espero que puedas escribirme mañana sobre tus propias propuestas y opiniones.

El viaje a Londres es uno de los temas más convenientes, y me alegro de que se haya tomado ya una decisión, aunque parece que va a perjudicar a nuestros planes sobre Worthing. Espero que nosotras estemos en Sandling, mientras que ellos permanezcan en la ciudad.

Nos produce un gran placer saber que el pequeño Edward se encuentra mejor, y suponemos, por las expresiones de su mamá, que se espera que pronto esté lo suficientemente bien como para volver al colegio con sus hermanos.

Marianne se mostró muy dispuesta a verme hace un par de días. Nos sentamos con ella durante un par de horas antes de la cena y ayer mismo, cuando se encontraba evidentemente mejor, se mostró igualmente dispuesta para conversar, y mucho más animada que durante nuestra primera visita. Me recibió muy amablemente, y me expresó su tristeza por no haber podido verte. Por supuesto, ha cambiado desde que la vimos en Octubre de 1794. Once años no pueden pasar, incluso para la salud, sin que se produzca algún cambio pero, en su caso, es una maravilla que el cambio haya sido tan pequeño. No he visto que mejorara, pues entiendo que normalmente tiene buen color, y su cutis no se ha recuperado todavía de los efectos de su última enfermedad. Su rostro se ha hecho más alargado y delgado, y sus rasgos más marcados, y el parecido que recuerdo haber encontrado siempre entre ella y Catherine Bigg es más evidente que nunca, especialmente chocante en cuanto al tono de voz y la manera de hablar, de manera que tengo la impresión de estar realmente oyendo a Catherine. En un par de ocasiones he estado a punto de llamar a Harriot “Alethea”. Es muy agradable, jovial e interesada en todo lo que le rodea, a la vez que muestra una mente reflexiva, considerada y resuelta.

Edward Bridges cenó ayer en casa. El día anterior había estado en St. Albans; hoy se va a Broome y mañana va a visitar al Sr. Hallett, siendo éste último compromiso el que ha tenido algo de peso en mi decisión de no dejar a Harriot hasta el lunes.

Hemos ido caminando hasta Rowling cada uno de los dos días pasados, después de cenar, y disfruté muchísimo recorriendo la casa y los terrenos. También hemos tenido tiempo para visitar todos los paseos que hay en el lugar, excepto el que está en la parte superior del parque, al que probablemente iremos hoy.

La semana que viene parece que va a ser bastante desagradable para esta familia, en lo que respecta a la fauna. Van a cumplirse las intenciones malignas de los Guardias, y los caballeros del vecindario parecen no estar dispuestos a hacer

janeausten.co.uk

nada respecto a apoyar o defender cualquiera de sus derechos. Edward Bridges ha estado intentando animarlos sin éxito. El Sr. Hammond, bajo la influencia de sus hijas y de un baile esperado, ha declarado que no hará nada. Harriot espera que mi hermano no la mortificará rechazando todas sus propuestas e invitaciones. Nunca ha tenido éxito con él en ninguna de ellas, pero confía en que ahora haga todas las enmiendas que estén en su mano viniendo el lunes.

Agradece a Elizabeth por su carta, y puedes estar segura de que no es menos solícita que yo en su deseo de ir a la ciudad. Te ruego que hagas todos los comentarios amables que te sea posible a la Srta. Sharpe, que no pudo lamentar más que nosotras le brevedad de nuestro encuentro en Canterbury. Espero que volviera a Godmersham tan encantada con la belleza de la Sra. Knight y los comentarios juiciosos de la Srta. Mille, como lo estuvieron a su vez estas damas respecto a ella.

Debes contarme lo que hayas oído sobre la Srta. Irvine. Casi se me olvidaba darte las gracias por tu carta. Me alegro de que me recomendaras “Gisborne” pues ya lo he empezado, y me está gustando, a pesar de que estaba bastante decidida a no leerlo. Supongo que todo el mundo irá de negro para el D. de G. ¿Tenemos que comprar encaje o una cinta será suficiente? No estaremos en Worthing tan pronto como habíamos estado comentando, ¿no? Esto no nos perjudicará, y estamos seguras de que mi madre y Martha estarán felices de estar juntas. No te olvides de escribir a Charles. Como voy a volver pronto, no te enviaré los acericos.

Tuya afectuosamente.

P.D.: Supongo que continúas tomándote las sales, y espero que con buen efecto.

Ver también:

Sobre Worthing

https://hablandodejaneausten.com/2011/05/14/placa-en-memoria-de-jane-austen-en-stanford-cottage/

Nota: la traducción la ha realizado la autora del blog, no con objeto literario, sino por el contenido del estado físico y/o anímico de Jane Austen, por lo que es susceptible de mejoras en el estilo, la interpretación o la traducción de algunos términos.

Fuente: Le Faye, D. (1995), Jane Austen’s Letters, Ed. Oxford University Press