Veréis, hace años, cuando leía sobre Martha Lloyd, la mejor amiga de Jane, que convivió con ella y con su madre y hermana en Chawton, y que nos dejó el libro de recetas de cocina de Jane Austen (leer más sobre ella AQUÍ, AQUÍ, AQUÍ, AQUÍ, AQUÍ Y AQUÍ), me la imaginaba muy del estilo de Jane: alta, delgada, muy activa, súper divertida, independiente, buena persona…. hasta que me encontré con el siguiente retrato, que ha sido el «oficial» de Martha LLoyd durante más de cuarenta años:

Sorpresas aparte dije, «ok, si ésta es Martha, y además es con perrito, me sigue pareciendo genial, o incluso mejor». Y así os lo hemos ido contando los cronistas de Jane Austen durante todos estos años.
Pero ¡oh, sorpresa y soponcio, todo junto!. Resulta que, de acuerdo con una investigación llevada a cabo por estudiosos de la Casa Museo de Jane Austen, entre los cuales se encuentran Mary Guyatt, Isabel Snowden y Jen Harris, utilizando en parte la correspondencia de Deirdre le Faye, la mujer del retrato NO es Martha Lloyd.
El detonante fue un comentario de un visitante a la casa de Jane, sobre la técnica fotográfica utilizada en aquel momento, que correspondería más a un retrato tomado entre 1855 y 1865 («ambrotype»). Así que el equipo de investigación de la Casa de Jane Austen empezó a indagar sobre el tema, junto con los expertos del Victoria and Albert Museum, que confirmaron el comentario del visitante.
Martha Lloyd falleció en 1843 con 78 años, lo que significa que fue 10 años antes de que este proceso fotográfico se desarrollara y, por lo tanto, la mujer del retrato no puede ser ella.
Aparte de tirarse literalmente de los pelos, y preguntarse cómo no se les había ocurrido mirar antes sobre este nivel de detalle, el equipo se hizo la siguiente, y lógica, pregunta: ¿quién es entonces la mujer del retrato?
Primera conclusión: sin duda, se trata de alguien de la Familia Austen, dada su proveniencia e historia.
Segunda conclusión: dado el proceso fotográfico del retrato, las pistas nos llevarían hasta Francis Sophia Austen (1821-1904), hija del querido hermano de Jane, Frank. Tras la muerte de Martha (que os recuerdo que fue la segunda esposa de Frank y Lady Austen por matrimonio), Frances se quedó cuidando de su padre, y ambos están censados en la misma casa en el año 1861. En la fotografía podría tener entre 34 y 44 años (aunque nos parezca mayor, en aquella época podría ser un aspecto normal).
¡Pero aquí no acaba todo! Ahora sí que tenéis que preparar muchos frascos de sales y hacer un auténtico ejercicio de contención y de manejo de las emociones, especialmente de la ira que os va a dar cuando os diga lo que hizo nuestra querida Frances:
- ¿Os acordáis que Cassandra quemó la mayoría de las cartas de su querida hermana Jane, atendiendo a su presunto sentido de la privacidad (o vaya Vd. a saber qué)?
- Pues Frances quemó todas las cartas que guardaba su padre, Frank, como un auténtico tesoro, de su querida hermana Jane.
Creo que, ni con perrito, me va a parecer simpática…. Me voy a meter la cabeza en el congelador, porque estoy que echo humo…
A la hoguera hubiera que haber tirado otra cosa… 😡😡😡
Eso, eso!!! Menudo ejemplo dejó la tía Cassandra….. 😡😡😡😡😡😡😡😡😡😡😡
Se ve que en aquella época faltaba mucho la leña.jajaj
O sobraba idiocia…… 😕😕
😦 😦 😦
Horror, Vic……
¡Vaya sorpresa la de la foto! ¿Es una noticia que aparece el reporte de JAS UK donde también te mencionaron, Mila?
De lo de las cartas, la verdad que no es sorpresa, muchas veces le echan la culpa a Cassandra. Soy de las que opinan que estaba en su derecho, pues la correspondencia era privada y demos gracias que nos dejó algunas. Pero en efecto, se olvidan que también los hermanos de Jane Austen recibieron cartas suyas y de ésas hay muchas menos. Ya tenemos entonces otra confimación de cómo desaparecieron varias de las de Frank, él mismo se deshizo de otras al regalar recortes de ellas a admiradores que se lo pedían. Pero también faltan las que escribió para Charles, seguro Cassy Esten hizo algo semejante a lo que hizo su prima, y las que haya enviado a Henry y a Eliza.
Ayshsh, sí Cynthia, son del Annual Report de este año y, entre los incestigadores está la nueva «curator» de Chawton. Además de otros académicos de instituciones relevantes…. Una pena, pues las cartas de Jane son casi mejores que sus libros. Y a su hermano Frank lo adoraba. Seguramente le escribía en un tono distinto al de Cassandra. Habría enriquecido tanto su conocimiento….. y nos habría permitido disfrutar de escritura y reflexiones deliciosas…..
No vayan a salir ahora que la foto de Frank anciano tampoco es él.
Igual no comprendo que podría haberla motivado a quemar esas cartas…
Con tu permiso Mila comparto la entrada en el grupo
Claro, Catalina!!!! En fin, sin comentarios…. qué pena que la chimenea fuera uno de sus entretenimientos favoritos….. gracias!!!! 😉 Besotes para todo el grupo!!!!