En estos días acabo de recibir de la Jane Austen Society UK el informe anual, que este año tiene, una vez más unos contenidos muy interesantes.
Me ha llamado especialmente la atención el que os traigo hoy en esta entrada: el de la extraña profecía de Jane Austen.
Primero, hay que ponerse en situación. El 21 de Abril de 1811, en Portsmouth, nacía el tercer hijo (segundo varón) del hermano de Jane, Frank, al que pusieron de nombre Henry Edgar, y del que ya vimos el comentario que hizo Jane en la carta correspondiente:
En concreto, ante la noticia del nacimiento, Jane, con su ironía habitual e ignorante de hasta donde irían a parar sus palabras, le escribió a Cassandra:
«…Tengo que felicitarte por nuestro nuevo sobrino (), y espero que, si algún día lo ahorcan, esto no ocurra hasta que seamos demasiado mayores como para que nos afecte. Es muy reconfortante que haya venido tan rápido y bien…»
¿Qué pasó con Henry Edgar Austen?

Jane comentó tras una visita que hizo a su hermano Frank y su mujer Mary en 1817, que los «pequeños Austen» eran bastante ruidosos e ingobernables, si bien «no podía evitar quererlos y que fueran de su agrado». A pesar de ser once hermanos (Mary, su madre, falleció tras el nacimiento del último, y luego Frank se casaría con la íntima amiga de toda la vida, Martha Lloyd. Ver entrada AQUÍ), con la que mejor se entendía Henry Edgar era con su hermana Catherine, que era siete años menor que él. Ambos compartían la afición y pasión por la poesía y las letras y, más adelante, Catherine acabó casándose con el mejor amigo de Henry Edgar, John Hubback.
De Catherine ya hemos hablado en otra entrada, pues se trató de la primera secuelista de las obras de su tía Jane, en

concreto, de Los Watson. (Ver AQUÍ). Y de hecho, su padre, Frank, que adoraba a su hermana Jane, la bautizó con los nombres de las dos heroínas de las dos novelas póstumas de Jane, pues Catherine nació en 1818, cuando todavía la pérdida era demasiado dolorosa: Catherine (Northanger Abbey) y Anne (Persuasión).
Catherine, como se ha apuntado, se casó con el mejor amigo de Henry Edgar, John Hubback, pero éste, a los seis años de matrimonio, empezó a dar muestras de cierta inestabilidad mental y emocional, y hubo de ser internado en una «residencia para lunáticos», que ayudó a sufragar el propio Henry, pues su hermana Catherine se había quedado en una condición muy precaria, sola y con tres hijos que atender. John Hubback quedó internado durante 35 años, hasta su muerte en 1885. Algo lamentable, pues fue el autor del libro «A Treatise on the Evidence of Succession to Real and Personal Property and Peerages«, que puede descargarse AQUÍ.
Parece ser que Henry Edgar estudió Derecho, siguiendo la tradición más por la parte materna (Mary Gibson) que paterna (Austen), pero se podría decir que casi despreciaba su profesión, y realmente se sentía muy infeliz teniendo que ejercer como abogado.
Este malestar, unido probablemente a la desgracia que acaeció a su mejor amigo, pero también marido de su hermana favorita, así como otra serie de circunstancias (que no fueron económicas, pues en ese sentido estaba bien), entre ellas la muerte por tuberculosis a los 35 años de otra de sus hermanas, Cassandra; y la de la hija recién nacida de su hermano George, parece ser que alteraron su carácter (¿una depresión profunda?), y Henry Edgar fue internado también en una «residencia para lunáticos» el 27 de Mayo de 1854.
Sin embargo, no correría la misma «suerte» que su amigo, John Hubback, pues a los pocos meses de su internamiento, el sábado 21 de Octubre de 1854, Henry Edgard fue encontrado muerto, determinándose las razones de su fallecimiento por «asfixia y estrangulamiento». Es decir, se ahorcó. En aquellos años, el tema del suicidio era prácticamente tabú, y no se menciona en ninguna de las entradas, ni de su padre Frank, ni de ninguno de los otros miembros de su familia.
Curiosamente, tres de los compañeros de estudios de la Universidad que se alojaron en 7 New Square fueron internados en este tipo de residencias. ¿Qué ocurrió?
Probablemente dentro de un tiempo tengamos más información, pues hay mucha gente investigando sobre la obra, la vida y también la familia de Jane Austen.
Jane Austen fue irónica, pero no había hecho ningún comentario similar en los nacimientos de sus otros sobrinos. ¿Por qué de éste, y en ese sentido? Una curiosa, paradójica y lamentable casualidad…
Las autoras del artículo completo son Alanah Buck y Helen Atkinson.
Para leer el artículo completo en el Annual Report (informe anual) de 2011, éste puede adquirirse directamente de la Jane Austen Society UK:
http://www.janeaustensoci.freeuk.com/pages/publications1.htm