Estamos en un periodo de larga sequía de cartas de Jane, por lo que tenemos que ir obteniendo información por otros medios de cuáles podrían ser sus pensamientos, ocupaciones o distracciones en estos meses de hace doscientos años.
Aunque a muchos pueda extrañarles que Jane Austen decidiera no casarse si no era estrictamente por amor (en vez de por conveniencia), tampoco tiene uno que sorprenderse demasiado, pues el entorno de Jane estaba lleno de testimonios de relaciones fundamentadas en el amor:
– empezando por sus propios padres, que proporcionaron a sus hijos un entorno de cariño y cultura;
– su hermano Edward se casó muy enamorado de su mujer, y nunca más volvió a casarse tras su fallecimiento;
– sus hermanos Francis, Charles, y suponemos que James (no sé si con James tengo alguna duda personal), también lo hicieron por amor;
– Henry y Eliza debieron de quererse bastante, pues dudo mucho que Eliza se hubiera casado con un hombre por el que no sintiera un afecto sincero (de hecho, le dió calabazas a James, y a algunos más);
– su hermana Cassandra, ejerció toda su vida de cuasi-viuda de Tom Fowles, y no se comprometió con nadie más (aunque casi ejerció de una segunda madre en el hogar de su hermano Edward);
– y probablemente, algunos más.
En este ambiente, tenemos también la historia de su prima, Philly Walters. Philly era la hija del hermanastro del padre de Jane, William. Haremos aquí una pequeña pausa para aclarar esta situación. El abuelo de Jane Austen por parte de padre tuvo tres hijos: Leonor, Philadelphia (más tarde Hancock, madre de Eliza de Feuillide), y George (padre de Jane). Cuando quedó viudo, se casó en segundas nupcias con otra mujer que tenía hijos, entre ellos William, diez años mayor que George. Aunque no eran hermanos de sangre, siempre mantuvieron muy buena relación y se trataron como si lo fueran, considerándose los hijos de ambos como si fueran realmente primos (bueno, casi, casi, lo eran).
Philadelphia era, por lo tanto, la hija de William, no de Philadelphia (he hecho esta aclaración para que no haya confusiones).
Total, que esta Philly, en principio era mucho más amiga de su prima Eliza, que le era más próxima en edad, que de sus primas Austen. Aún así, cuando éstas empezaban a ser unas preadolescentes, Philadelphia le escribió una carta a su prima Eliza hablando de ellas, el 23 de Julio de 1788:
Ayer comencé a relacionarme con mis dos primas Austen. … Como lo más natural es que sintamos afecto unas por

otras, puedo permitirme la preferencia por la mayor de ambas, de la que se suele decir que tiene un asombroso parecido físico conmigo, así como en su complexión y sus modales. Nunca me he visto en la necesidad de mostrarme vanidosa, pero no puedo evitar que me parezca bastante guapa. Aunque creo que esta comparación conmigo no le gustó nada a ella, lo que hizo que mi vanidad, tan dispuesta a inflarse, se desvaneciera rápidamente. La más joven (Jane) se parece mucho a su hermano Henry. No es nada guapa, y algo descarada, muy impropio de una niña de doce años. Pero se trata de una apreciación hecha con premura, por la que estoy segura me echarás una buena regañina….
Sigo admirando el parecido de la mayor de ellas conmigo en todos los aspectos; mantiene una conversación muy sensata y con modales muy agradables. Ayer pasaron el día con nosotros y cuánto más veo de Cassandra, más crece mi admiración por ella. Jane es caprichosa y afectada….
Ay, Jane, Jane… ¡qué difícil se lo puso su hermana Cassandra! No es de extrañar que luego escribiera Orgullo y Prejuicio. Lizzy le deja a su guapa y sensata hermana mayor un buen partido. Pero el mejor es para ella y, precisamente, por sus ojos bonitos y su ironía inteligente. ¿Sería por eso que Cassandra no estuviera con Jane cuando se publicó OP? Ah, pero esto ya lo veremos en Enero de 2013…
Continuamos con la prima Philly. En Agosto del año pasado vimos una de las cartas escritas de Jane a su prima Philly, dándole el pésame por el fallecimiento de su padre, el 8 de Abril de 1798:
Esta fecha es importante, pues Philadelphia tuvo que quedarse al cuidado de su madre cuando falleció su padre. Por ese entonces ya tenía un pretendiente, George Whitaker, un granjero de Pembury, que tuvo que esperar hasta el año 1811 a que se muriera la madre de su novia (a los 95 años, ¡qué longevos eran en esa parte de UK!, parece que lo hubiera hecho a propósito…) para poder, finalmente, casarse. Si eso no es AMOR…
De hecho, su prima Cassandra Austen, le escribió una carta el 18 de Agosto de 1811, sobre el asunto de su boda, consciente de por todo lo que tenía que haber pasado su prima hasta llegar a este momento:
Carta de Cassandra Austen a Philly Walter, 18 de Agosto de 1811
Mi querida prima, tus amigos en Chawton hemos estado mirando impacientemente en los periódicos desde comienzos de este mes para tener noticias tuyas, y han tenido por fin el placer de ver anunciado tu enlace matrimonial. Espero que no necesites tener la seguridad de nuestros buenos deseos, pero no puedo dejar pasar la ocasión sin decirte el gran interés que suscita un evento que sabemos que es tan importante para ti, y cuán sinceramente nos alegramos de las perspectivas futuras. Creo que no puedo desearte nada mejor que, que seas tan feliz como realmente te mereces y que una esposa como tu obtenga todas las gracias que te has ganado como hija. El Sr. Whitaker por supuesto está incluido en todos nuestros buenos deseos para ti. Por favor, hazle saber que será un placer para nosotros el tener la oportunidad de conocerle, y pasa nuestros saludos a su madre y hermana.
Espero recibir pronto de tu parte todos los detalles de tu nuevo hogar. Por lo que ya nos has contado, estoy segura de que es muy cómodo, aunque haya cosas que te gusten de otra manera pero, ¿hay alguna situación en la vida que esté exenta de algún inconveniente? Eres demasiado sabia y buena para trabajar con la parte más oscura del cuadro. El uso te reconciliará con algunas de las cosas que ahora no te gustan, y otras las llevarás con paciencia por el bien de los demás. Así podrás comprobar mi determinación para que seas feliz, tanto si quieres, como si no.
La mujer de Henry Austen (Eliza) ha pasado una quincena con nosotros últimamente, y la encontré bastante bien de salud. Hemos hablado mucho de tus planes y perspectivas, pero no conseguimos el periódico con las noticias de tu enlace matrimonial hasta una hora después de que ella se hubiera marchado, y estoy segura de que se habría unido a los buenos deseos que te enviamos mi madre, Jane y yo, con motivo de esta feliz ocasión.
Bueno… otra historia de Amor más….
Pero, sigamos con el ambiente de ese 1812, hace doscientos años. Después de la visita a Steventon de Henry y su mujer Eliza, estos se pasaron por Godmersham, donde Fanny ya ejercía de «señora de la casa». Parece ser que Fanny había

cambiado su opinión respecto a su tía, y ahora no la tenía en tan alta estima, pues apenas hace mención a ella en las entradas que tiene en su diario por estas fechas.
De hecho, se sabe que entre el otoño de 1811 y la primavera de 1812, Eliza empezó a estar enferma. Probablemente, del mismo cáncer de mama que terminó con la vida de su madre, Philadelphia Hancock. La familia Austen debía de tener asumido que esta enfermedad terminaría siendo letal, pues su empeoramiento progresivo que llevó finalmente a su fallecimiento no pareció pillarles por sorpresa, como sí ocurrió con el fallecimiento de la mujer de su hermano Edward, Eliza, tras el nacimiento de su undécimoprimer hijo.
También se sabe que Edward y Fanny visitaron a Henry y su mujer en Londres en 1812 y que éste les acompañó a distintos eventos teatrales y sociales… sin su mujer, que ya estaba enferma. Pero Fanny apenas hace mención a ello, ignorándola en sus apuntes.
Así pues, la enfermedad de su querida prima Eliza (Jane se llevaba muy bien con ella y con su hermano Henry), debía de ser una de las preocupaciones que tenía Jane en mente hace ahora doscientos años. Ya hablaremos sobre ello cuando corresponda (Abril de 2013).

http://austenonly.com/2010/03/19/austenprose-group-read-of-sanditon-worthing-the-model-for-mr-palmer’s-town/
Aun así, es sorprendente el cambio de Fanny, aunque creo que no os sorprenderá tanto cuando, en los próximos días, leáis en una de las entradas que tengo preparada, la opinión que dio Fanny sobre su tia Jane. Sí, su querida Fanny la llamó de todo menos «bonita», que solemos decir por aquí… ¿Sorprendente? Quizás, no tanto…
Fuente:
Le Faye, Deirdre (2002), Jane Austen’s Outlandish cousin: The life and letters of Eliza de Feuillide, Ed. The British Library