Hemos dado un gran salto en el tiempo. ¿Qué ha ocurrido en estos casi dos años sin cartas? El 2 de Julio de 1806, la Sra. Austen y sus dos hijas finalmente se marcharon de Bath. Ya hemos visto que el 24 de Julio de ese año Frank se casó con

Casa de Jane en Southampton

Mary Gibson (aquí y aquí) y en Octubre de ese mismo año las tres mujeres se instalan en Southampton con Frank (un poquito más adelante se trasladarán a su propio apartamento).

En esta carta ya se puede apreciar a una Jane más madura, quizás menos sociable, pero probablemente más a gusto que en Bath. La mujer de su hermano Frank está embarazada, y Cassandra está de nuevo en Godmersham con Edward.

De los libros a los que hace mención, «Alphonsine» es obra de Mme. de Genlis, escrita en francés en 1806 y traducida en su segunda edición al inglés en 1807. ¡Ya vemos que Jane también se quejaba de las traducciones! (qué poca gracia le haría algunas de las que se hacen de ella… y lo digo yo que me estoy atreviendo con sus cartas!) «La Mujer Quijote» era de Charlotte Lennox (1752) también conocida como «Las aventuras de Arabella».

Vamos viendo también cómo se consolida la situación financiera de la familia. La madre de Jane, originaria de Stoneleigh, está negociando parte de su patrimonio con los Perrot. Parece ser que finalmente no se llegó a un buen acuerdo, pero la madre de Jane se iba administrando bastante bien con lo que tenía.

Esta carta, según mi parecer, tiene bastante información para ir entendiendo cada vez mejor la vida de Jane, y luego cada una puede ir haciendo sus propias deducciones sobre la influencia en sus libros.

Durante la estancia de su familia en Navidad (principalmente James y su mujer), una de sus sirvientas, la cocinera Jenny, se ausentó. Así que tuvieron que hacerse cargo de esos menesteres la otra sirvienta, Molly, que más que cocinar, pareció torturar a la familia y sus invitados, y Jane supervisando…

El 9 de Enero Cassandra cumpliría 34 años. Pero Jane no hace mención a ello.

Carta de Jane a Cassandra  (Jane tenía 31 años)

Miércoles 7-Jueves 8 de Enero de 1807

De Southampton a Godmersham.

Miércoles.-

Mi querida Cassandra:

Te equivocas al suponer que estaba esperando tu carta el domingo. No tenía idea de recibir noticias tuyas antes del martes, por lo que mi placer de ayer no pudo resultar herido por cualquier desilusión previa. Te agradezco que me hayas escrito tanto. Me has enviado el valor de dos cartas en una. Estamos extremadamente contentos por las noticias de que Elizabeth se encuentra bastante mejor, y espero que tendrás la capacidad para producir aún más mejoría en ella cuando vuelvas de Canterbury. Ahora debo de hablar “incesantemente” de tu visita allí. Me sorprende, pero realmente me produce más placer, y creo que se trata de una deferencia muy justa y honorable por tu parte, sin quitarle ningún mérito a la Sra. Knight. No tengo ninguna duda de que pasarás el tiempo con ella de la forma más agradable, en una conversación tranquila y racional, y mis pensamientos están tan alejados de creer que sus expectativas respecto a ti le produzcan desilusión alguna, que mi único temor es que le resultes tan agradable, y tan a su gusto, que quiera mantenerte a su lado para siempre. Si ése llegara a ser el caso, tendríamos que mudarnos a Canterbury, que no me gustaría tanto como Southampton.

Cuando recibas esta carta, todos nuestros invitados se habrán ido ya o estarán marchándose. Y podré disponer cómodamente de mi tiempo, para aquietar mi mente de los tormentos del arroz con leche y de las manzanas asadas, y probablemente para arrepentirme de no haberme tomado más molestias por ser más agradable con todos.

La mujer de James me ha pedido que volviera con ella a Steventon. No necesito dar una respuesta, así que ha invitado a mi madre para que pase allí el tiempo que la mujer de Frank esté de parto, y parece que está medio convencida de hacerlo.

Hace unos días tuve una carta de la Srta. Irvine. Y como estaba en deuda con ella, habrás podido adivinar que se trató más bien de un reproche que sin embargo no fue demasiado severo. La primera página está en su estilo habitual, retrospectivo, celoso e inconsistente, pero el resto es simpático, lleno de noticias e inofensivo. Supone que mi silencio podría haberse debido a mi resentimiento con ella por no haber escrito para preguntar específicamente por mi tos ferina, etc. Es muy divertida. He respondido a su carta, y me he esforzado por decirle algo parecido a la verdad tan educadamente como he podido, atribuyendo mi silencio a la falta temas de conversación por la forma tan tranquila en la que vivimos.

Phebe se ha arrepentido, y se queda. También he escrito a Charles, y he respondido a la Srta. Buller a vuelta de correo, tal y como tenía intención de decirte en mi última carta. Me acordé de dos o tres cosas cuando ya era demasiado tarde para escribírtelo. Una es que los Welby han perdido a su hijo mayor por fiebres pútridas en Eton, y la otra es que Tom Chute se va a instalar en Norfolk.

Apenas has mencionado a Lizzy desde que estás en Godmersham. Espero que no sea porque haya empeorado. Todavía no puedo satisfacer a Fanny con el nombre del bebé de la Sra. Foote, y no debo animarla a que espere uno que le guste. Dado que el Capitán Foote en un adversario declarado de todo lo que no sea sencillo, parece gustarle tan sólo Mary, Elizabeth, Anne, etc. Nuestra mejor opción puede ser “Caroline”, que sería la única excepción como cumplido hacia una hermana. El viernes estuvo cenando con nosotros, y me temo que no se atreverá a volver a venir en breve, pues el plato principal de nuestra cena era pata de cordero, que quedó demasiado cruda incluso para James. Y al Capitán Foote le desagrada particularmente el cordero poco hecho. Pero tenía tan buen humor y estaba tan a gusto que no le importó demasiado quedarse con hambre. Nos ha invitado a todos a su casa de campo de la manera más cordial, diciéndonos simplemente lo que los Williams tienen que decir para hacernos sentir bienvenidos. No hemos visto nada de éstos desde que te marchaste, y hemos oído que se acaban de marchar de nuevo a Bath, para quedarse a un lado de posibles futuras alteraciones en Brooklands.

La mujer de Francis ha recibido una carta muy amable de la Sra. Dickson, que estaba encantada con el monedero, y desea que no se le agasaje con un traje de cristianar, que es exactamente lo que quería su joven corresponsal. Y tiene intención de retrasar todo lo posible la confección de los sombreros, con la esperanza de que le llegue el regalo de la Sra. D. a tiempo para que sirva como patrón. Quiere que te diga que los vestidos ya estaban cortados antes de que llegara tu carta, pero que son lo suficientemente largos para Caroline. Las “camas”, que es como creo que se llaman, le han tocado a Frank y están tan bien cortadas que causan admiración.

Alphonsine” no nos gustó. Nos disgustamos durante veinte páginas pues, independientemente de la mala traducción, tiene faltas de delicadeza que suponen una desgracia para una pluma hasta ahora tan pura. Y lo cambiamos por la “Quijote Femenina”, que nos procura ahora nuestro entretenimiento vespertino; para mí, bastante, pues me ha parecido muy similar a lo que recordaba de él. La mujer de Frank, para quien es nuevo, se divierte con él como sería deseable; la otra Mary, creo, disfruta poco de éste o de cualquier otro libro.

Mi madre no parece en absoluto más desencantada que nosotras con la finalización del acuerdo familiar. Ahora está pensando menos en “eso” que en el estado confortable de sus propias finanzas, que al cierre del año han superado sus propias expectativas, y que le permite comenzar el año con un balance de 30 libras a su favor. Y cuando ha escrito su respuesta a mi tía, que sabes que siempre la tiene de alguna manera presente en su pensamiento, se ha puesto por encima de todo el mundo. Con este tema, supongo que tendrás bastante de qué hablar sin reserva con la Sra. K., al igual que con el resto de los asuntos de nuestra familia. Puedes insultar a todo el mundo menos a mi.

Jueves.-

Esperábamos a James ayer, pero no vino. En caso de que llegara ahora, su visita sería muy corta, pues debe de estar de vuelta mañana, para que Ajax y la montura puedan ser enviados a Winchester el sábado. La nueva pelliza de Caroline dependía de la capacidad de su madre de venir o no tan lejos en la montura. No sé cómo se va a gastar la guinea que les va a suponer el ahorro de volver por los mismos medios. La mujer de James no habla ahora mucho sobre la pobreza, aunque no tiene esperanzas de que mi hermano pueda comprar otro caballo el próximo verano. Continua su plan en contra de Warwickshire, pero dudo mucho que la familia esté en Stoneleigh tan pronto como dice James, que es en Mayo. Mi madre se teme que yo no haya sido lo suficientemente explícita con el tema de su patrimonio. Empezó 1806 con 68 libras y comienza 1807 con 99, incluso después de la compra de provisiones por 32 libras. Frank también ha estado poniendo en orden sus cuentas y haciendo cálculos, y cada parte se siente equiparada respecto a nuestros gastos presentes, pero una subida elevada del alquiler no sería conveniente para ninguno. Frank creo que se limita a 400 libras al año.

Te sorprenderá saber que Jenny todavía no ha vuelto. No hemos tenido noticias de ella desde que llegó a Itchingswell, y tan sólo nos queda suponer que se ha visto obligada a detenerse en casa de alguien debido a alguna indisposición, y que siempre ha mantenido la esperanza de poder regresar durante el día siguiente. Me alegro de no haber sabido de antemano que iba a ausentarse durante la totalidad, o casi la totalidad de la estancia de nuestros amigos con nosotros, pues aunque la inconveniencia no ha pasado inadvertida, me habría temido algo peor.

Nuestras cenas ciertamente se han visto muy afectadas al contar solamente con las manos de Molly y la cabeza de Molly para hacerlas. Fríe mejor que antes, pero no tan bien como Jenny.

No salimos de paseo el viernes pues estaba demasiado sucio, ni tampoco hemos salido hasta ahora. Quizás hoy hagamos algo por el estilo, pues después de ver patinar a Frank, que espera poder ir a los prados que rodean al paseo, nos vamos

austenauthors.net

a regalar con un pasaje en el ferry. Estamos teniendo una de las heladas más agradables que he conocido nunca, tan tranquila. Espero que dure algo más de tiempo, especialmente por Frank, que está deseando patinar un poco más. Ayer lo intentó, pero finalmente no pudo.

Nuestros conocidos aumentan demasiado rápido. Últimamente Frank fue reconocido por el Almirante Bertie, y a los pocos días ocurrió que el Almirante y su hija Catherine nos estaban esperando. No había nada agradable o desagradable en ellos. A los Bertie tenemos que añadir los Lance, que nos han dotado con sus naipes, y cuya visita devolvimos ayer Frank y yo. Viven a aproximadamente una milla y tres cuartos de Southampton hacia la derecha de la nueva carretera a Portsmouth, y creo que su casa es una de esas que pueden ser vistas desde cualquier lugar a través de los árboles al otro lado de Itchen. Se trata de una construcción muy elegante, alta, y en una situación muy bonita. Solamente pudimos encontrar en casa a la Sra. Lance, y no parecía que se vanagloriase de tener a alguno de sus hijos al piano forte. Fue lo suficientemente educada y habladora, y se ofreció a presentarnos a algunos de sus conocidos en Southampon, lo cual declinamos agradecidamente. Supongo que deben de estar actuando según las instrucciones del Sr. Lance de Netheron en cuando a la amabilidad, pues no parece que haya otra razón para que se acerquen a nosotros. Me atrevo a decir que no vendrán con frecuencia. Viven de una manera muy acomodada y son ricos, y a ella parecía gustarle el hecho de ser rica. Nosotros le dimos a entender que estábamos muy lejos de serlo. Por lo tanto, pronto sentirá que no somos merecedores de su sociedad.

Ya debes de haber tenido noticias de Martha. No hemos sabido nada de Kintbury desde la última carta que me envió. La mujer de Frank ha tenido últimamente un desmayo. Le vino, como de costumbre, después de haber tomado una buena cena, pero no le duró mucho.

No recuerdo nada más que tenga que contarte. Cuando salga mi carta, supongo que se me ocurrirá algo.

Tuya afectuosamente.

P.D. Le acabo de preguntar a Caroline si debía de enviarle sus afectos a su madrina, a lo que me ha respondido que “si”.

Nota: la traducción la ha realizado la autora del blog, no con objeto literario, sino por el contenido del estado físico y/o anímico de Jane Austen, por lo que es susceptible de mejoras en el estilo, la interpretación o la traducción de algunos términos.

Fuente: Le Faye, D. (1995), Jane Austen’s Letters, Ed. Oxford University Press