Las seguidoras de Jane Austen habréis visto que pueden ser calificadas o de janeítas o de austenitas. Personalmente, yo prefiero el segundo adjetivo, principalmente porque en castellano es mucho más fácil de pronunciar y de asociar con Jane Austen escritora. En castellano, decir Janeítas no suena ni a «Llein» -pronunciación castellana de Jane-, ni se relaciona con ella. Pero como cada una puede decidir libremente, al menos que tengáis información del por qué de uno y del otro. La segunda razón por la que es de mi preferencia es por su relación directa con la autora de la entrada que os traigo hoy:
En este primera entrega, Mª Carmen Romero, nuestra ElizzyB del foro del Salón de Té de Jane Austen, y administradora del Blog de El Sitio de Jane, nos ilustra profunda y profusamente sobre el origen de dicho vocablo.
Como siempre, quiero dar las gracias a Mari Carmen, por haber escrito este magnífico (y siguientes) artículo…

http://janeausten.org.es/austenitas.xhtml
Introducción: Historia de los austenitas en español.
Hace ya bastante tiempo, llevo hablando con la propietaria de este blog, de que los austenitas, los “janeites” que hablamos en español, teníamos una historia y debía ser recordada. Hace tiempo que llevo pensando en esto y creo que ahora, cuando los bicentenarios de las novelas se están acumulando, que es el momento de parar y hacer una reflexión sobre el tiempo que estamos hablando sobre Austen sin parecer que es una autora olvidada en nuestro idioma.
Me centraré en los últimos 15 o 16 años, pero no es de lo primero que hablaré durante estas semanas. Comenzaremos con los años verdaderamente oscuros, los años sin Internet.
Espero que os guste esta antología de artículos donde intentaré ser breve, y lo único que deseo es que mi historia, aunque contenga algún error, que espero que amablemente subsanéis, no sea parcial, ignorante o con prejuicios, como la misma Jane se autocalificaba al hablar de las epopeyas de su propio país.
Bailar en la Oscuridad
Jane Austen, no fue una autora popular en sus comienzos para aquellos que hablaban en castellano en su época. Mientras que sus novelas fueron rápidamente traducidas al francés, la España de entonces, que se extendía en aquellos convulsos años por América también, no conocía a Austen. Las novelas de la época solían ser una adaptación de novelas en francés. Así, Austen debía pasar por un doble filtro, el de la traducción a Francia y de ahí, a la traducción a España. Esto, lamentablemente sucedió en todo el siglo XIX.
Eso no quiere decir que no fuera conocida en círculos intelectuales. Así, Austen es citada en antologías de la lengua inglesa como la de Alcalá Galiano o nombrada en cartas por Emilia Pardon Bazán.
Finalmente, llegó el siglo XX, y por fin Austen es traducida al castellano. Así, se incluye en la colección de Clásicos Universales: Persuasión (1919), La Abadía de Northanger (1921) y Orgullo y Prejuicio (1924). Sólo son tres de las 6 novelas completas de Austen, pero al menos es un comienzo. Recientemente descubrí que Orgullo y Prejuicio llevaba traducida desde 1918, cuando fue presentada en la Real Academia de Buenas Letras (ver artículo en La Vanguardia), aunque desconocemos por qué tardó 6 años en ser llevada a una imprenta. Algo similar podía haber sucedido con Persuasión o La Abadía.
El tiempo pasa, y por fin podemos encontrar ediciones de todas las novelas, a partir de los años 40 con nuevas traducciones. Austen se cita incluso en alguna visita relevante del Instituto Británico a lo largo de los años. De todas formas, hay voces críticas, que tildan las novelas de “hermosas” pero alejadas de la vida del momento. Éste último argumento puede que os suene, ya sea de 1943 como de 2014.
No podemos olvidar que Hollywood ayuda en ese momento, porque en esa época se emite en el cine la adaptación de para el cine de Greer Garson y Laurence Olivier. Como dice la publicidad del Teatro Cervantes (de Málaga): Una comedia que provoca la risa, inspirada en la novela de Jane Austen, leída y admirada por más de diez millones de lectores”. No sabemos si esa estadística es de la última edición de la novela, pero está claro, que la misma es leída.
En los años 60 y 70, Televisión Española emite en su espacio Novela cuatro adaptaciones: Orgullo y Prejuicio (1966), Emma (1967), La Abadía de Northanger (1968 y la primera versión de esta novela a nivel mundial) y Persuasión (1972). Este espacio goza de éxito y audiencia, siendo reconocidas por la prensa.
Además, Televisión Española dentro de su programación, también emiten seriales británicos como Persuasión (de Howard Baker) u Orgullo y Prejuicio de Cyril Coke en el año 1980. Aunque para algunos estas versiones están desfasadas, sobre todo porque quedan oscurecidas por éxitos de audiencia como Poldark o Fortunata y Jacinta, hay muchos espectadores que guardan un grato recuerdo de la versión de Orgullo y Prejuicio, que esperaron durante años una nueva emisión de la misma.
De la emisión en otros países de habla hispana, no tengo datos. Aunque también debemos suponer que alguna versión quizá se emitió ya fuera en televisión o en radio.
Con los años, no sólo ediciones editadas en España, sino también en otros países de nuestra habla. Así, el mexicano Sergio Pitol, es de los primeros en mostrar la relevancia de Austen. Desgracidamente, la investigación universitaria sobre Austen, está algo deslucida hasta los años 80, como dice la autora Díaz Bild. Y si se estudia, no se hace con respecto a la relevancia de la autora en los países hispanohablantes.
Podemos concluir que Austen es una autora que es traducida como un clásico, conocida entre aquellos lectores de novelas de época, pero aún no es para nada, la “reina” en la que se va a convertir. Finalmente, de nuevo gracias a Hollywood en los años 90, empieza la denominada “Austenmanía”. Sentido y Sensibilidad da el pistoletazo de salida para una serie de adaptaciones que abarcarían a Emma (con Gwyneth Paltrow), Clueless (versión libre de Emma) o Mansfield Park de Patricia Rozema. Con seguridad, sabemos que en España algunos afortunados, podrían ver también la versión de la BBC de Persuasión, de forma muy reducida en cines durante 1997, y Orgullo y Prejuicio, la serie que daría lugar a la Darcymanía, en plataformas digitales, entre 1995 y 1998, en varias reposiciones.
Pero llegados a este punto, es bueno parar. Porque los austenitas toman la red (¿o son los janeites? 🙂 ), pero eso lo veremos en nuestra próxima entrega, que ya no será tan formal.
Capítulo 2: 1998 a 2001 – De Pemberley a América.
Bibliografía:
Diario ABC
18/03/1966 – Visita de Dr. Ian Jack.
Diario Sur:
27/02/1945 – Teatro Cervantes
La Vanguardia:
06/02/1918 – Página 4 – Notas.
28/08/1943 – Página 5 – Elogio y Prolongación de la Novela Gorda.
28/03/1944 – Página 11 – Visita de David Ley.
http://www.jasna.org/persuasions/on-line/vol28no2/sanchez.htm
No puedo dejar de mencionar lo orgullosa que me siento de las austenitas hispanoparlantes…
Después de meses sin visitar por acá, aquí me tienen. Gracias por el aviso, Mari Carmen. Va ser muy interesante estar leyendo las distintas entradas que publiquen al respecto (trataré de estar al pendiente y leer a tiempo).
Concuerdo con Ma. Carmen que es buen momento para hacerlo y, dentro de un mes, espero dar mi visión personal en JAcastellano.
Aunque inevitablemebte puedan existir también las divergencias de opinión :-).
Por mi parte, prefiero considerarme Janeite, pues esa fue la denominación que conocí cuando llegué al mundo de internet hace más de 15 años. Aunque entiendo que es un vocablo difícil de pronunciar en la lengua española o castellana, a mí eso de austenita me recuerda más la aleación que a identificarme como algo así, no lo siento mío.
Pero, dado que surge la pregunta de por qué uno y otro término, también hay otro motivo, que va más allá de su acuñación en lengua inglesa (Janeite por Saintbury y luego adoptado por Kipling, Jane Austenite por EM Forster); radica en la diferencia entre que los académicos, que se consideran Austenites, y ven con cierto menosprecio al fanatismo de los Janeites (véase Lynch o Johnson, no recuerdo cuál de las dos en este momento)
También eso me hizo sentir, en esos inicios del contacto por internet, más como una Janeite y abrazar el apelativo con bastante afecto y a manera de reivindicación.
No obstante, como me quedó claro el año pasado, durante el Coloquio Austen y tal como me lo dijo uno de mis profesores en ese momento, ha habido quienes tenemos los dos pies en ambos lados del campo, porque en el deseo por aprender más sobre Austen, algunos Janeites nos convertimos también en Austenites.
Así que, desde esa división, lo que abunda en el mundo de habla hispana, aunque la denominación pueda ser austenita, son los Janeites, pues tal como lo señala Ma. Carmen, tiene poco tiempo desde que la academia se ha interesado en Jane Austen.
Para mí, además es paradójico, pues aunque me sienta Janeite, parece que también el esfuerzo ha ido a que en JAcastellano, al tratar de ser los foros más serios, eruditos como alguna vez también Mari Carmen calificó al grupo, entonces también resulta que es un grupo que tiende a ser más Austenite.
PD – Va a ser una tentación si entramos al tema de las traducciones, pues es lo que me tiene relativamente en la academia.
Claro!! Por lo que dices, entiendo que hay también un matiz emocional en la elección del vocablo, no solamente técnico, y ahí pinchamos en hueso… Pero yo creo que es un debate muy bonito, en el que se pueden clarificar muchas cosas y, admitiendo ambos como válidos, técnica y emocionalmente, cada uno que se ponga el que le parezca más oportuno. 😉
Me ha gustado mucho, como ya he dicho en el foro, este tema tiene miga y creo que dará pie a que se indague y se pueda profundizar más sobre este tema ya que es realmente interesante.
Creo además, que se podría aprovechar para hacer un análisis en español sobre la diferencia entre austenita y janeíta. Yo había leído algo en inglés y por lo que entendí la diferencia residía en la profundidad del conocimiento sobre Jane y su obra, no sé si estaré equivocada. De todas maneras, estaría muy bien que las austenitas más veteranas y con más experiencia nos explicárais la diferencia.
Lo que sí creo es que ya hay muchos libros publicados en inglés sobre el tema y que ya va haciendo falta alguno en español… A ver si os animáis, ¿no? 😀
Yo llevo más de veinte años animadísima… quienes tienen que animarse son los editores.. 🙂
¡Qué bueno Mª Carmen! Buena investigación, no sé de dónde sacas tantos datos. Sobre austenita o janeite, me esperaré a ver qué nos cuentas en la próxima entrega para pronunciarme, pero claro si lo leemos así tal cual J-A-N-E-I-T-E a mí es que me suena a algo político radical y me da miedito.., jajaj.
Interesantísima entrada! Mil gracias a Ma.Carmen por el artículo y a Cinthia por las aclaraciones acerca de los términos Janeite y Austenita («janeíta» jamás lo había escuchado!!!). Yo pensaba, en mi ignorancia total, que eran sinónimos, pero veo que no…
Gracias Mila por la publicación del primer de los artículos sobre la historia de las austenitas en español. Degraciadamente, ¡la has liado! XD…es que el título no era ¿Austenita o Janeite? Eso merecía un artículo completo de forma independiente :S…aunque ahora me veré forzada a meterlo en el capítulo 2 o 3. El nombre de éste capítulo inicial era «Bailar en la Oscuridad».
Que quede claro que esto es «nuestra» historia, y aunque se citen traducciones o cosas así, no voy a hablar de eso. Quiero hablar de los austenitas (vocablo en español). Y espero que os guste. Para hablar de traducciones, creo que tenemos gente en las Universidades. Las siguientes entregas serán menos formales.
Gracias a todas por vuestros comentarios y apoyo 🙂
PD: sí, los años pasan volando.
PD2: Hachi, dame un ordenador y te encuentro lo que necesistes. ¡Rastreator! ¡guau, guau! 😀
Ya sabes que liarla es mi especialidad. Ahora mismo cambio el título…. 😀
Uy, lo que he dicho.
Gracias por el cambio de título, pero ya has anunciado «caramelo» y tendré que darlo… En fin, hasta el próximo capítulo la semana que viene 🙂
Es que estaba «ansiosa» con que te soltaras ya la melena…. ¡no lo he podido resistir! Míralo por el lado positivo: estás creando una gran expectativa… 😀
Qué interesante 🙂 me sigo encontrando con sopresas respecto a las traducciones, por ejemplo una editorial independiente hizo la edición de Catherine y la glorieta, así también como Lady Susan y Sandition, me encanta que siga creciendo esto de la «austenmania» y que cada vez seamos mas las austenitas/janeites.
Un saludo desde Argentina!
Hola Club Jane Austen Argentina!! Cierto, es una enorme alegría…. ¡Y en Argentina sois muchas! Sobre Catherine, publicamos una entrada en este blog en el mes de Enero de este año. Puedes verla aquí:
https://hablandodejaneausten.com/2014/01/04/catherine-en-espanol-de-los-juvenilia-de-jane-austen-por-buena-vista-editores/
¿Hace cuánto estáis activas? Por lo que he visto en el blog, desde el 26 de Junio de este año. Si me das tu permiso, haré encantada una entrada para informar a las austenitas de Argentina, para que podáis ir creciendo y formando reuniones, y podamos seguir todas en contacto alrededor del mundo. Ya me dices…. 😉
Bienvenidas a este maravilloso universo austen… 🙂
Hola! Hace ya un año y tres meses 🙂 pero este blog es nuevito. Por supuesto! la difusión con su blog nos ayudará mucho!
Gracias por la bienvenida 🙂
¡Cálidos saludos Austenita!
Ya te he preparado una entradita para esta semana… 😉
Qué emoción! no puedo esperar a verla 🙂
Q interesantee no sabia q existian dos terminos en mi opinion me gusta mas AUSTENITA por q por ahi existen muchas Jane’s pero no Austen cierto….incluso me encontre con alguien q me pregunto a quien lees? Yo dije a Jane q Jane?pregunto de nuevo Austen dije yo A si claro Orgullo y Prejuicio….Me quedo claro q el apeido es importante para identificarla….
Buen argumento…. 😉