Hoy hace doscientos años, fallecía en Londres Eliza de Feuillide, cuñada de Jane, casada en segundas nupcias con Henry. Tres días antes, el 22 de Abril, Jane había acudido con su hermano pues se preveía lo peor. Se cree, como ya os informé en otras entradas (ver al final), que debía de tener un cáncer de pecho (de lo mismo que falleció su madre), que fue largo y doloroso.
El 21 de Abril Edward llegó con su familia a instalarse en la casa grande de Chawton, por lo que Cassandra y su madre se quedaron en buena compañía. Además, probablemente Cassandra ya tenía bastante faena con atender a los niños de Edward y a la mudanza.
La presencia de Eliza fue muy importante en la vida de Jane. Probablemente aprendieron con ella las dos hermanas más

que con la institutriz que se encargó de su educación en sus escasos años de internado. Fue Eliza quien les puso al tanto de las buenas maneras, de la importancia de hablar francés, de tocar el piano… solía tocarles a las niñas canciones en francés que ellas aprendían, y con ellas mantenía conversaciones, que les dieron una cierta soltura con el idioma. También las enseñó a bailar…. y algo de la picaresca femenina (se dice que coqueteó con todos los primos Austen…. ¡e incluso con su tío, el padre de Jane!). Jane le dedicó su libro de Juvenilia, Love and Freindship, pero se cree que también se inspiró en ella para su Lady Susan y, muy especialmente, en Mansfield Park.
Eliza era un alma libre, y así lo entendió Henry. Para ella era importante el estatus social y económico, y tuvo acceso a las más altas esferas de la sociedad de la época, tanto en Francia como en Londres. Jane probablemente compartía con ella su gran sentido del humor, aunque en otros aspectos podían llegar a ser diametralmente opuestas, como por ejemplo, Eliza era urbanita, y Jane, rural; por no hablar de ciertos tipos de comportamientos relacionados con el género masculino.
Este fallecimiento no les cogió por sorpresa y, aunque probablemente fue triste para todos, tuvieron tiempo suficiente para asimilar que ocurriría en cualquier momento. Para Jane, aparte de la pérdida de una prima a la que conoció con apenas 11 años y que estuvo presente a lo largo de su vida, también era importante ser capaz de consolar al hermano que tanto adoraba.
Si quereis saber más sobre el asunto, os remito a las entradas que fui escribiendo sobre este tema:
3.- https://hablandodejaneausten.com/2011/12/22/happy-birthday-eliza-de-feuillide/
Es una figura fascinante en la vida de Jane, en una época tan dura para las mujeres logró ser algo más que una esposa y una madre, cosa dificiísima entonces y ahora. Logró cultivar sus aficiones, llevar la vida que quería, ELEGIR, en la medida de lo posible claro.
La verdad es que teniendo en cuenta de la penosa situación de la que venía su madre (era hermana del padre de Jane, y quedaron huérfanos muy pequeños. Ella de jovencita estuvo de costurera y luego marchó a la India a buscar un buen «partido»), hay que reconocer que fue la artífice de que su hija aprendiera francés e italiano, a tocar el piano y el arpa, así como buenos modales. No le interesaba tanto el intelecto, sino resultar una dama de alta sociedad… y lo consiguió. A mi, personalmente, Lady Susan me recuerda mucho a ella… pero creo que manejaba bien ese arte de seducir, de jugar, de ser libre… manteniendo una base de principios que la mantenían con los pies en la tierra.
Pero, ya ves, no tuvo suerte con su único hijo, que fue enfermizo y falleció joven; ni con la salud. La enfermedad fue larga y penosa….
En fin…. 😦