Esta entrada me hizo acordarme inmediatamente de mi querida Edwina, la heredera que tiene demasiado tiempo libre (ver AQUÍ).
La Guía Gastronómica del Señor Sherringlass ha realizado una divertida entrada que os sugiero que visitéis. Dice algo así como….
... como buen hijo de mi nación, no he pasado por la vida ajeno a los grandes clásicos, y parece que un inglés es menos inglés (igualmente afectado) si no habla de Jane Austen. Lamentablemente, esa dama no es santo de mi devoción porque intuyo que no apreciaba demasiado la comida, o por lo menos no se detiene mucho a hablar de ella, y suele emplearla con propósitos morales. ¡Como si comer bien y a gusto fuese sólo cosa de viejas ufanas y de hombres despreciables! Pero mi curiosidad viaja más lejos que mi indignación: ¿y si quisiera invitar a comer a sus heroínas? ¿Qué platillos deberían encargarse para un banquete literario?
Ante semejante experimento, mi mente seleccionó de inmediato a Emma Woodhouse, la protagonista de la novela de mismo título (Emma, repito, no se me líe usted, publicada en 1815). Porque ella no parece tan remilgada como las demás doncellas austenianas,…
Y hasta aquí puedo leer. Ahora, ¡a visitar al Señor Sherringlass y seguir leyendo! Os encontraréis con algunos apuntes para los que seáis curiosos y queráis imitar los platos de la novela y preparar un auténtico banquete austenita. Seguro que os encantará. Os dejo el enlace:
Emma es tan humana y tan divertida, pero es muy noble también y crece como toda buena protagonista de Austen, para mi después de Orgullo y prejuicio Emma es mi segundo libro favorito.
A mí también me gusta mucho, sobre todo por ese cambio/maduración a través de la conciencia de los propios errores. Y con Mr. Knightley de fondo, todo es más fácil… 😀