La cuarta novela recién publicada de Jane Austen, Emma, sigue viento en popa. La novelista Sarah Burney acababa de leerlo y le había gustado mucho. Sarah era hermanastra de otra de las

escritoras favoritas, Frances Burney, autora de Evelina y Camilla, y probablemente quien inspiró el título de la novela Orgullo y Prejuicio (ver entrada AQUÍ). Sarah no gozó de tanto éxito como su hermana Fanny, y tuvo una vida bastante ajetreada y solitaria. Cuidó en algunos periodos de su padre, el músico Charles Burney, que debía tener un carácter tremendo y no se lo puso demasiado fácil a la familia. Hace ahora doscientos años, Sarah se estaba dedicando a cuidarlo y, con este panorama, seguro que la lectura de Emma y unas cuantas risas seguro que le sentaron muy bien.
Pero lo mejor que pasó hoy hace doscientos años es que el editor Benjamin Crosby & Co., el mismo que había comprado en 1803 la primera versión de La Abadía de Northanger, llamada entonces Susan, y que nunca publicó, quebró. Me voy a morder la lengua pero no voy a disimular una estupenda sonrisa.
Esto es lo que pasó con la pobre Abadía de Northanger y Crosby:
En la primavera de 1803, la firma editorial londinense Benjamin Crosby and Co. pagó diez libras por la novela al hermano de Austen, Henry, y anunció su publicación. Sin embargo, sin que la editorial diera ninguna explicación, no llegó a las librerías. Seis años después, Austen, bajo el seudónimo de Mrs. Ashton Dennis, escribió una dura carta a Crosby pidiéndole una explicación y ofreciéndole otra copia de la novela en caso de que la primera se hubiese perdido; amenazaba con contactar a otro editor si no cooperaba. El hijo de Crosby, Richard, le respondió que en tal caso la empresa tomaría medidas legales contra el editor rival. Lo mejor que podía ofrecerle era el retorno del manuscrito «por lo mismo que pagamos por él».
Y así lo hicieron. ¿Qué os parece? La de vueltas que da la vida….
Fuentes:
Sobre Sarah Burney:
https://en.wikipedia.org/wiki/Sarah_Burney
Sobre el caso Crosby:
http://www.megustaleer.com/libros/la-abadia-de-northanger/PG25484/fragmento/
Le Faye, Deirdre. Cronología de la Familia Austen. Ed. Cambridge Univ. Press, 2013
Las cosas buenas suelen hacerse esperar. O es que quizás le había gustado tanto que no lo quería compartir con nadie… quién sabe! jaja
Interesante cómo se dieron las cosas en el transcurso del tiempo.
Yo creo que más bien no creyó en él y lo dejó morir dulcemente…. ¡Menos mal que estuvieron los Austen al rescate!