Henry seguía enfermo y, aunque un poco mejor, había que seguir las negociaciones con Murray. Así que Jane, ni corta ni perezosa, le dirigió esta carta en la que con ese temple que la caracteriza, se puede apreciar que empieza a estar ya un poquito cansada de las negociaciones con el editor. Se acabaron las cartas. Un cara a cara para aclararlo todo. Y esta vez, con ella…. ¡Olé Jane!
Carta de Jane a John Murray (Jane tenía 39 años)
Viernes 3 de Noviembre de 1815
Desde Hans Place, Londres
La grave enfermedad de mi hermano le ha impedido responder a su carta del 15 de Octubre, sobre el asunto del manuscrito de Emma, que está ahora en sus manos. Y tal y como se encuentra ahora, aunque se está recuperando, todavía en un estado en el que tememos agobiarle con cualquier tipo de asunto, a la vez que yo por mi parte estoy deseando llegar a alguna decisión sobre el tema en cuestión, debo pedirle el favor de que sea Vd. quien me visite aquí cualquier día que le convenga mejor, a cualquier hora del día o de la tarde excepto de 11 a 1. Una breve conversación quizás podría ser más útil que tanto escrito.
Mi hermano le solicita sus cuentas, y le agradece por su amable detalle de facilitarle una copia de Waterloo.
Su humilde servidora.
Nota: la traducción la ha realizado la autora del blog, no con objeto literario, sino por el contenido del estado físico y/o anímico de Jane Austen, por lo que es susceptible de mejoras en el estilo, la interpretación o la traducción de algunos términos.
…»una breve conversación sería más útil que tanto escrito» carácter! carácter! aunque siempre la amabilidad presente con eso de «humilde servidora» mmmmmmmm. Una mujer divina total Jane, fuera y dentro de las letras. Gracias.
Fue pionera en gestionar negociaciones con su editor. Estaba interesada por la medicina, y por las finanzas. Una joyita de mujer…. ¡para que luego me la pongan de solterona! Mucho «tío» hacía falta para conquistar a una mujer como ella… 😉