Por estos días del mes de Julio, Jane y su madre, Cassandra, escribieron una carta a Anna Austen, hija de su hermano mayor James, que pronto iba a casarse con Ben Lefroy.
La primera parte de la carta falta, por lo que comienza en la página 3, y es la abuela de Anna, madre de Jane, quien escribe a su nieta. La segunda parte es de Jane a su sobrina, haciéndole algunas correcciones de un libro que estaba preparando. Después de la carta os escribiré qué es lo que ocurrió con este libro de Anna Austen, que nunca llegó a publicarse y por qué, de acuerdo con lo relatado por su hija Fanny Caroline Lefroy.
Como veréis, Chawton estaba abarrotado de flores y de frutos, y las tres mujeres de la familia (madre y dos hijas) disfrutaban plácidamente de su casa, de su familia, y de los soleados días de verano…
En estos días, hace doscientos años, esto es lo que le escribían Jane y su madre a su sobrina Anna Austen:
Carta de Jane a su sobrina Anna Austen (Jane tenía 38 años)
Mediados de Julio de 1814
Desde Chawton a Steventon
(falta la primera hoja)
P.3 – Me encuentro muy bien de salud y trabajo bastante en el jardín, aunque estas últimas dos o tres semanas mis ojos han estado algo débiles. Ha sido mejor para ti que no ocurriera antes, pues ahora no podría estar haciendo enaguas, bolsillos y batas para una “novia en puertas”… Ahora tan sólo puedo llevar mis gafas, y apenas puedo hacer ningún tipo de trabajo excepto tejer con lana blanca y trenzar mimbre blanco. Escribo y leo sin gafas, así que hago muy poco de ambas. Tenemos gran cantidad de flores entre los arbustos y por los parterres y, lo que es mucho mejor, tenemos una abundante cosecha de

frutos pequeños. Incluso tu grosellero ha dado más frutos que nunca antes, así que, cuando las grosellas estén maduras me sentaré en mi banco, me las comeré y pensaré en ti, aunque puedo hacer lo mismo sin la ayuda de las grosellas maduras, mi querida Anna. No hay nadie en quién piense con más frecuencia, y muy pocos a los que quiera más que a ti.
Mis ojos ya se han cansado y tengo que dejarte. Me despido. Con todo mi afecto.
Cassandra Austen (madre de Jane y abuela de Anna)
Mi querida Anna,
Te agradezco mucho que me hayas enviado tu MS. Me ha gustado mucho, de hecho, a todas nosotras. Se lo leí en alto a tu abuela Cassandra y a tu tía Cassandra, y todas nos sentimos muy satisfechas. El ánimo no languidece en absoluto. Sir Tho:, Lady Helena, y St. Julian están muy bien configurados, y Cecilia sigue resultando interesante a pesar de ser tan amable. Ha sido muy oportuno que avanzaras la edad que tenía. Me gusta mucho el principio de D. Forester. Está mucho mejor así que si hubiera sido o muy bueno, o muy malo. Tan sólo me sentí tentada a hacer algunas correcciones verbales. La principal se encuentra en el discurso que St. Julian a Lady Helena, que ya verás que me he atrevido a alterar. Dado que Lady Helena era superior a Cecilia, no sería correcto decir que es ella la que es presentada; ha de ser Cecilia la que tiene que ser presentada en primer lugar a Lady Helena. Y no me gusta que un amante hable en tercera persona. Se parece mucho a la parte formal de Lord Orville (en Evelina) y creo que no queda natural. Sin embargo, si tu piensas de otra manera, no tienes que tener en cuenta lo que te digo.
Espero impaciente a que lleguen más. Tan sólo estoy esperando a asegurarme de un transporte seguro para devolverte este libro.
Tuya afectuosamente.
Esto es lo que nos relata Fanny Caroline Lefroy, sobrina nieta de Jane Austen, sobre lo acontecido con el libro que estaba escribiendo su madre, Anna Austen, y corrigiendo su tía, Jane Austen:
La historia a la que hace referencia la tía Jane en todas estas cartas nunca se terminó. Durante una temporada fue dejada a un lado pues mi madre estaba tan ocupada que apenas tenía tiempo libre para continuarla. Su hijo mayor nació en Octubre de 1815, y el siguiente en Septiembre de 1816. Hubo un intervalo algo más largo hasta el nacimiento del tercero en 1818, y en ese interim falleció su tía Jane (1817), y con ella debió de morir también toda inclinación que pudiera tener para

escribir. No resulta sorprendente que, sin una tía Jane que lo pudiera leer, criticar o animar, el MS permaneciera intacto, pues estaba absolutamente lleno de ella.
La historia fue dejada de lado durante años hasta que un día, en un arrebato de abatimiento, fue quemada. Recuerdo estar sentada sobre la alfombra mirando cómo se destruía, divertida con las llamas y las chispas que saltaban de las hojas ennegrecidas.
Años más tarde, cuando expresé mi pesar a mi madre por que lo hubiera destruido, me dijo que nunca podría haber soportado el finalizarlo. Pero, aún estando inacabado, las correcciones y comentarios de la tía Jane Austen le habrían dado todo su valor.
Tal y como apunta Deirdre Le Faye, Fanny parece que no tuvo en cuenta que Anna sí que lo intentó pues en una carta fechada el 26 de Octubre de 1818 a su hermano James Edward Austen-Leigh, le comenta que está en medio de una escena entre las Sras. Forrester y St. Julian. Tenía esperanza de que fuera correcta, y sentía que tenía que ser así. Quería que su hermano lo hubiera leído en Navidad, y se quejaba del poco tiempo que tenía para dedicarse a ello.
Tan sólo se me ocurre reflexionar que Anna era una buena escritora… pero se casó (con Ben Lefroy, sobrino del primer amor de Jane Austen, Tom Lefroy), y empezó a tener hijos. Quizás el destino que le aguardó a Anna como escritora (nulo) habría sido el mismo que le hubiese esperado a Jane si se hubiera casado, cuando se enamoró con 21 años, de Tom Lefroy. Así que no sé si agradecerle a la familia Lefroy que se opusiera a la boda de los dos jóvenes pues, de haber aprobado tal relación, a estas alturas no habría ni Mr. Darcy, ni Capitán Wentworth, ni Coronel Brandon. Ni Jane habría sido una de las grandes figuras de la literatura universal, le pese a quien le pese.
Nota: la traducción la ha realizado la autora del blog, no con objeto literario, sino por el contenido del estado físico y/o anímico de Jane Austen, por lo que es susceptible de mejoras en el estilo, la interpretación o la traducción de algunos términos.
Si tienes mucha razon imaginate para ese entonses no eran ni 1o2 hijos eran de 8 a 10 pobres mujeres no les debian alcanzar las horas del dia sacrificadas a su educacion y a la administracion de un hogar:-O
O morir en los partos…..
Si ahora con los hospitales y la medicina supuestamente avanzada muchas se mueren q sera parir hasta 7 o mas en tu casa…uuuy me dieron escalofrios….
Pues lo normal era morirse…. 😦
Q feo…