MP Capítulo 42

El irresistible encanto de Henry Crawford.

Sinopsis

Henry se une a la familia al día siguiente en misa. Afortunadamente, ese día iban todos muy guapos y limpios. Tras el servicio religioso todos se fueron a pasear y a socializar por la muralla. Sin que Fanny se diera cuenta, pronto HenryHenry two sisters se puso entre las dos hermanas Price, cada una de ellas cogida a uno de sus brazos.

Henry se da cuenta de que a Fanny no le está sentando nada bien su estancia en Portsmouth y le propone que si en cualquier momento necesita volver a Mansfield, que se lo diga a él o a su hermana, que estarán encantados de llevarla de vuelta allí.

Henry se marcha y Fanny se queda sumida en la miseria de mente y cuerpo en la que vive en Portsmouth. Aunque durante un par de días se ha convertido en la referencia de todo lo que le resulta tan querido, y ha podido ver en él algunos cambios,  sigue albergando la esperanza de que Henry, tras lo visto, pronto se olvide de ella.

Análisis y Reflexiones

La verdad es que resulta difícil resistirse a este Henry Crawford, todo caballerosidad, bondad, saber estar y consideración. Es el auténtico contraste con el ser frío que jugó con los sentimientos de las hermanas Bertram. ¿Había cambiado? Probablemente, no. Seguía siendo lo suficientemente frío como para mostrarse como el más adorable de los caballeros enamorados. ¡Pero qué difícil es poder distinguirlo cuando una es el objetivo de tales atenciones! Admirable Fanny…

Frases Geniales

.- (Fanny comparando a su tía Lady Bertram y a su madre) Con frecuencia le oprimía a Fanny el corazón pensar en el contraste que ofrecían la una respecto de la otra; pensar que donde la naturaleza había puesto tan poca diferencia, las circunstancias hubieran puesto tanta distancia.

.- (Henry a Fanny) cuando me da usted su opinión, siempre sé lo que está bien. Su juicio es mi regla de conducta.

.- sir Thomas, de haberlo sabido todo, hubiese podido considerar que su sobrina se hallaba en el camino más prometedor para rendirse, acosada por las necesidades del cuerpo tanto como por las del espíritu, a una más justa apreciación de la buena compañía y buena fortuna de Mr. Crawford, probablemente hubiera temido llevar más lejos su experimento, a menos de exponer a Fanny a morir en la cura.