MP Capítulo 21
Maria Bertram se casa
Sinopsis
La tranquilidad ha vuelto a Mansfield Park, y también la vida gris. Sir Thomas ha despachado a todo el mundo excepto a los Rushworth, y Edmund se lamenta de que hayan quedado fuera los Grant (y, por qué no decirlo, los hermanastros de la Sra. Grant, es decir, los Crawford).
Fanny está encantada con la paz devuelta por Sir Thomas en la casa. Le gusta escuchar sus historias, pero ella piensa que es demasiado rara o diferente. Y así se lo comenta a Edmund. Éste interpreta el comentario de Fanny como que busca que le reafirmen en sus virtudes y, lejos de complacerla, le dice que si quiere que la regalen los oídos se vaya a sentarse junto a su tío. No obstante, reconoce que se ha convertido en una mujer muy guapa.
Y, ya estaba tardando, saca el tema de Mary Crawford, convencido de que ella y su padre se gustarían recíprocamente. Algo que sin duda deseaba, pues su corazón había albergado ya alguna esperanza sobre ella…
Sir Thomas tiene la oportunidad de pasar varias horas con los Rushworth… y de cambiar su opinión sobre su futuro yerno. Analizando los sentimientos de su hija María hacia él, pudo ver que eran más próximos a la indiferencia. Le propuso entonces sincerarse con él y que no se preocupara por los inconvenientes de la cancelación de su compromiso. Sin embargo fue la propia María quien insistió en mantener la relación con el Sr. Rushworth. No pensaba darle a Henry el gusto de haber destrozado su vida y su reputación.
Su futura suegra hizo lo que se espera de una dama que sabe estar en su sitio: retirarse ante la que va a ser la nueva Señora de Sotherton, María, y se marcha a Bath. Y, en menos de un mes, tiene lugar la boda. Para mayor gloria de la tía Norris, pues fue ella la que facilitó la relación de la pareja. La ceremonia fue correcta, pero carente de toda emoción por parte de los contrayentes, y de los invitados.
La parejita se va de luna de miel a Brighton, y se llevan de compañía a Julia, que ya iba relajando la relación con su hermana.
Y Mansfield se queda aún más vacío y más triste.
Análisis y Reflexiones
Edmund se pasa tres pueblos con Fanny cuando pretende que está intentando obtener halagos a su vanidad. Parece mentira que no la conozca pero, aunque así fuera, ¿qué tendría de malo que alguien que es ninguneada por todo el mundo en esa casa busque de vez en cuando palabras agradables de quien en más estima tiene? Mucho va a tener que mejorar Edmund para que me guste un poquito…
Sir Thomas demuestra ser un hombre sensato hacia su hija María. No la ve enamorada y la apoya al 100% para que no cometa un error casándose con un hombre al que no ama.
Genial la ironía de Jane Austen sobre el estado de ánimo con el que se iba a comprometer Maria Bertram con el Sr. Rushworth. Os recomiendo su lectura con parsimonia.
.- (Fanny) Supongo que, para la gente joven, nunca son alegres las veladas cuando las personas respetables están en casa
.- (Edmund a Fanny) … lo cierto es que hasta ahora nunca te había admirado tu tío, y ahora sí
.- (Edmund a Fanny) … tienes que hacerte a la idea de que eres digna de que te miren. Debes intentar no preocuparte porque te conviertas en una mujer bonita.
.- (Edmund a Fanny) … parece asustarte tanto la distinción y el elogio, como a otras mujeres el olvido y el desdén
.- (Fanny sobre Mary Crawford) … era más seguro no decir nada… no fuera a traicionarse con alguna observación que pareciera poco gentil.
.- (Sir Thomas sobre el compromiso de Maria) … Una joven de buenos principios que no se casa por amor queda, por lo general, tanto más unida a sus padres
.- (sobre el matrimonio de Maria) … iba al matrimonio preparada por su odio al hogar, a la sujeción y a la tranquilidad; por la amargura de un desengaño amoroso y por desprecio al hombre con quien iba a casarse.
.- (en la boda de Maria) … su madre permaneció con el frasco de sales en la mano, con la esperanza de emocionarse; su tía procuró llorar…
.- (Fanny sobre sus primas ausentes) … pensaba en ellas y sentía su ausencia, con un grado de afectuosa nostalgia que ellas jamás habían hecho gran cosa por merecer.