Capítulo 48
La familia Bennet está a la espera de noticias del padre desde Londres. Mientras tanto, reciben una repugnante carta de Collins en su estilo habitual: aparentemente amable, pero soltando directas como que, si se hubiera casado con Lizzy en Noviembre, ahora estaría involucrado en toda esta pena y desgracia. Y con la recomendación de que repudie completamente a su hija. ¡Caray con el reverendo!
La tía Gardiner esperaba que Darcy, dada la amabilidad con la que trató a Lizzy durante su visita a Pemberley, la hubiera escrito algunas letras. Sin embargo, se hizo un silencio sepulcral. Lizzy estaba convencida de que él ya no querría saber nada de ella. Sin embargo, Darcy, como hacen los auténticos caballeros, estaba corrigiendo su terrible error desde el silencio. Cuando uno se equivoca no pide perdón: directamente lo repara. Y eso es lo que estaba haciendo sin que nadie lo supiera. Me parece que ya lo dije pero, ¡cuánto hombre debajo de esa chistera!
De nuevo, me gusta muchísimo la manera en que Austen analiza lo emocional, lo racional, lo conductual…
Elizabeth ya había conseguido relacionarse bastante bien con sus propios sentimientos…
El Sr. Bennet vuelve a Longbourn, con la vergüenza de haber sido el responsable de la imprudente actuación de su hija Lydia.
(Sr. Bennet) déjame por una vez en mi vida sentir cuánto habría que echarme en cara.
(Sr. Bennet) Finalmente he aprendido a ser precavido.
Capítulo 49
Llega la carta del tio Gardiner con noticias. El 2 de Agosto, por cierto. Casi, casi, estamos en la fecha… Wickham no tenía la más mínima intención de casarse con Lydia, pero el tío Gardiner negocia una serie de condiciones para que finalmente se pueda solucionar el asunto.
Lo alucinante es que, como Wickham accede a casarse, ahora les parece que ya no es tan sinvergüenza. Incluso al padre le parece que pide poco dinero, si bien es consciente de que tendrá que pagárselo de nuevo al tío:
(Sr. Bennet) cuánto dinero ha tenido que poner tu tío para cerrar el asunto; y, por otro lado, de qué manera voy a poder devolvérselo…
El Sr. Bennet no se cree que Wickham haya aceptado por tan escasa cantidad. Seguramente, pero ya se enterará, hay más negociaciones ocultas.
(Sr. Bennet) ningún hombre en sus cabales se casaría con Lydia por una suma tan poco tentadora…
Se van a casar, pero Lizzy reflexiona:
(Lizzy) Y tenemos que sentirnos agradecidos por esto… A pesar de las escasas probabilidades de que sean felices, y del terrible carácter de él, nos vemos obligados a tener que alegrarnos…
Y, perdonadme, la lela y pazguata de Jane, hace el siguiente comentario:
(Jane) Me reconforta pensar que no se habría casado con Lydia si no la quisiera de verdad.
Mira, Jane, dos cositas: una, no hay mejor ciego que el que no quiere ver; dos, es tremendamente egoísta que, para sentirte TU bien, decidas pensar así de algo de lo que tienes constancia de que no se ajusta a la realidad. Sabes que tu hermana va a sufrir, que no será jamás feliz con un hombre como Wickham pero en tu egoísmo atroz, para sentirte bien, instalas en tu cabeza un pensamiento completamente falso. Aviso para Bingley: menuda joyita te vas a llevar.
Como Jane está actuando de forma también inconsciente, sigue erre que erre con su razonamiento:
(Jane) debemos de esforzarnos por olvidar todo lo que ha pasado… el que él haya consentido a casarse con ella quiero creer que es una prueba de que vuelve a pensar correctamente.
Y Jane se queda más ancha que larga. Ese pensamiento tan sólo le complace a ella, y calma la ansiedad que le produciría enfrentarse a la realidad: que su hermana acaba de casarse con un hombre absolutamente inmoral y disoluto. ¿Esto es bondad? Hasta donde yo lo veo es de una comodidad y de un egoísmo irracional. Menos mal que Lizzy le corta (¡Bien Lizzy!)
(Lizzy) Su conducta ha sido tal que ni tu, ni yo, ni nadie debería nunca olvidarla.
Puff, menos mal, un poco de sensatez, por fin…
Y ahora toca decírselo a la Sra. Bennet… a la que poco le importa la felicidad de su hija o las consecuencias para el resto de su vida.
(Sra. Bennet) Le bastaba con saber que su hija iba a casarse. Ni le preocupaban los temores en torno a su felicidad, ni se sentía humillada por los recuerdos de su mala conducta.
Wickham ha pasado a ser el “querido Wickham”. Casi se me revuelve más la tripa con esto que con Collins… Es más, a la madre le parece perfecto que el tío suelte toda la pasta que haga falta. ¡Para eso estaba la familia! Ahora.. todos contentos y felicitándose….
(Lizzy) cansada de toda esta locura, se refugió en su habitación para poder pensar libremente…
Esta Lizzy ya empieza a estar a la altura de Darcy….
Es consciente de la gravedad de la situación, y de la fortuna de la solución. Pero al menos ella no se autoengaña como lo hace Jane. Su razonamiento es infinitamente más inteligente… y bondadoso.
(Lizzy) para su hermana, no podía esperarse de una forma racional ni que fuera feliz ni que prosperara socialmente… pero mirando hacia atrás, a hacía apenas un par de horas, y viendo todos sus temores, era capaz de sentir todas las ventajas de lo que se había ganado.
Si, la verdad es que casarse con Wickham era la menos mala de todas las terribles soluciones para Lydia.
Tema espinoso…. ¿resuelto? Ya veremos…. Y ahora ¡A VOTAR!
Se la tienes jurada a Jane, has sido lo mas justa y directa con lo que dices, de una manera atroz al tratarla asi. Me he reido mucho con lo que dices de Jane en estos capitulos. Pero lo que hace, para mi, es una manera de autoconvencerse o buscarle el lado positivo, lo cual viene a estar ligado a como ella es de ver solo lo bueno en los demas, se debe intentar animar a si misma y al resto, ya que es la mayor.
El Sr Bennet para el final del libro a mi me llega a caer algo mal, porque Wickham sigue siendo su favorito, y aun no entiendo porque a sabiendas de lo que hizo yo tendria los ojos alertas y me esperaria lo peor de ese par.
La Lizzy que vemos aqui es lo mejor, aqui llega al climax del personaje, se convierte (para mi) en quien realmente es. Como dices, esta completamente al nivel de Darcy, se esta preparando para su futuro 😉
Es que las personas como Jane, que hacen la vista gorda de temas muy graves, no son buenas, son irresponsables. No veo la bondad ni la dulzura por ningún lado. Me parece mas lógica la postura de Lizzy: reconoce que la solución es la menos mala, pero a sabiendas de todo lo que hay, sin intentar maquillarlo. Esta Lizzy es la que necesita Darcy. Y Jane irá siempre de tontorrona que no se entera de nada por la vida… pero tiene que haber de todo… 😉