Lizzy se liga al Coronel Fitzwilliam, éste ha sucumbido a sus encantos. De hecho, en la semana que estuvieron los dos primos en Rosings visitando a su tía Lady Catherine (LC), ésta no volvió a invitar al grupo de los Collins, pero él si visitó Hunsford en varias ocasiones…

Capítulo 31

Darcy intenta conquistar a Lizzy.  La prueba definitiva de que Darcy Paloescoba es obra de Austen… ¡¡¡y Rintoul lo borda

David Rintoul, Darcy 1980
David Rintoul, Darcy 1980

(OP 1980)!!!

Y Lizzy tiene la oportunidad de sacarse su espinita….

(Fitzwilliam sobre Lizzy) La guapa amiga de la Sra. Collins le había gustado bastante.

Mr. Darcy se da cuenta (¿celillos?), y entra sutilmente en acción. El grupo de amigos es invitado a Rosings. La conversación de LC da pie a una nueva sesión entre DArcy y Lizzy. LC le pregunta a Darcy sobre su hermana, y qué tal va con el piano

(Lady Catherine sobre Georgiana) .. no puede esperar se extraordinaria si no practica bastante…

Lizzy empieza a tocar para Fitzwilliam, mientras LC acapara a Darcy. Pero este consigue escaparse y acercarse a la parejita…

(Darcy) … se apartó de ella (LC) y, como era habitual en él, caminó deliberadamente hacia el pianoforté y se posicionó delante de él de manera que podía tener una vista completa del rostro de la agradable pianista.

Vamos, que no se le notó nada de nada….

Lizzy pianoforte rosings

(Lizzy a Darcy) Hay algo de cabezonería en mí que no me permite ser asustada según el antojo de otras personas. Mi valor siempre aumenta con cada intento de intimidarme.

Vamos, como un toro de Miura.. Darcy le dice que “para nada” quiere asustarla. “Para nada”. Y le lanza una directa que entra como una buena banderilla…

(Darcy a Lizzy)… Tengo el placer de conocerla desde el tiempo suficiente como para saber que le produce auténtico placer manifestar opiniones que, de hecho, no son las suyas…

¿Se refería Darcy  a Wickham?¿Se dio Lizzy por enterada? Probablemente no. Otro de los puntazos que debe atribuirse el manipulador, es que el manipulado piensa que sus opiniones son “suyas”, y que se han formado “libremente”. Lizzy, en este momento, todavía no está capacitada para comprender que su opinión de Darcy no es más que la opinión que Wickham quiere que ella tenga sobre Darcy… Es más, le parece tan gracioso (venga ya, que ella no tuviera su propia opinión… ¡vamos!), que no puede más que reirse…

(Lizzy) Elizabeth se rió con ganas de esta caricatura de sí misma…

Rie Elizabeth, que luego llorarás….

(Lizzy a Fitzwilliam) Qué mala suerte he tenido al encontrarme con una persona tan capaz de exponer mi auténtico carácter, en una parte del mundo en la que me habría gustado pasar inadvertida o al menos con algo de credibilidad…

Una patadita, por aquí, una patadita por allá… ahora le toca a Lizzy intentar darle a Darcy en la espinilla…

(Lizzy a Darcy) Sr. Darcy, no es Vd. muy generoso al mencionar todo lo que sabía para ponerme en evidencia…. Ni tampoco muy hábil… pues me está Vd. provocando para que cuente lo que yo sé, y es posible que surjan cosas que causen cierta sorpresa a sus familiares cuando las oigan…

Está claro que para ser irónico hace falta un poquito de mala….

Nuestra torita de Miura está sacudiendo la arena con las patas traseras, dispuesta a embestir. Nuestro Manolete particular, no se corta y saca el capote:

(Darcy) No le tengo miedo, dijo sonriendo…

Los dos están jugando con fuego… y los dos se van a quemar. Bueno, como le suele pasar a tantos y a tantos amantes de todo el mundo, de todas las épocas,  de todas las clases sociales…

Entonces Lizzy le cuenta aFitzwilliam la abominación de famoso día del baile (si, ese día en que él dijo que ella  no era lo suficientemente guapa para tentarle…. Lizzy se está sacando la espinita…) Aunque Darcy intenta justificarse diciendo que no conocía a nadie, Lizzy pasa olímpicamente de sus comentarios y le pregunta a Fitzwilliam que qué quiere que toque ahora al piano. Primer revolcón para Darcy, pues ignorándole, le está humillando… tal y como hizo él.

Como Lizzy le ha tocado el puntito del orgullo, Darcy cita otra vez con el capote al torete que está aparentemente mirando para otro lado:

(Darcy) Quizás habría tenido mejor opinión si hubiera intentado que me presentaran. Pero no se me da bien recomendarme a gente que no conozco.

Elizabeth, en un impresionante ejercicio de contención, no entra al trapo, sino que se pone frente a él de manera magistral, con una pregunta:

(Lizzy) ¿Le preguntamos entonces porqué un hombre educado y sensible, a la vez que mundano, no es capaz de presentarse ante desconocidos?

Darcy tiene que dar cuatro pasitos, arrastrar el capote y estudiar la manera de citar de nuevo al Miura. Mientras tanto, Fitzwilliam le hace los coros a Lizzy:

(Fitzwilliam) … simplemente, porque no quiere tomarse la molestia…

Darcy es un torero elegante. Antes de citar otra vez, recoge el capote, sigue observando al toro, y da un paseito (emocional) para recolocarse:

(Darcy) Es cierto que no tengo el talento que otras personas parecen poseer….

Lizzy no lo puede evitar. Aunque Darcy no la ha citado con el capote, ha visto el color rojo, y se acerca, pero tangencialmente…. Y le pone el ejemplo de tocar el piano que había sacado LC:

(Lizzy) Mis dedos… no se mueven por este instrumento de la manera magistral que veo en otros…. Pero siempre he supuesto que se trata de un asunto mío, por no tomarme la molestia de practicar más.

Darcy se coloca la taleguilla y se sale por peteneras. En vez de defenderse, aprovecha el ejemplo que ha utilizado Lizzy para hacerla un poco la pelota, halagarla… e intentar llevarla a su terreno…

(Darcy) (sonriendo) tiene Vd. toda la razón… pero nadie que tenga el privilegio de poder escucharla podría pensar que hay fallos en su ejecución…

Boing, boing…. Estoy segura de que, aunque Lizzy hubiera tocado con los dedos escayolados…. ¡Darcy habría dicho lo mismo! ¡Qué más da lo que tocara!¡Quería ganársela!

Y ahora, el pase magistral. Darcy intenta que Lizzy se sienta como parte de su mismo equipo. Que los dos estén a una:

(Darcy a Lizzy) Ninguno de los dos nos revelamos ante extraños…

¿Se sentirá Lizzy su igual?¿Se sentirá cómoda con ese intento de Darcy de hacerla ver lo parecidos que son? La interrupción de LC no nos permitirá nunca saberlo… El torero se va para un lado y el torito para otro….

LC acapara de nuevo a Darcy. Viendo que Lizzy no toca del todo mal, y del piropo que le acaba de echar Darcy, entra al ruedo dispuesta a que su sobrino tenga en cuenta que su hija Anne, presunta candidata a ser su esposa, podría hacerlo incluso mejor… Aquí cada uno tira para donde le interesa…

Fitzwilliam vuelve a elogiar a Lizzy y Darcy no iba a ser menos. Pero Lizzy, todavía anestesiada por el veneno de Wickham, está incapacitada para ver que debajo de la sonrisita amable de Darcy, hay un corazón que casi se le está saliendo del pecho…

Capítulo 32

Darcy se arranca y visita a Lizzy… ¡él solito! Oh my God!

Para su deleite, Darcy se encuentra con que Lizzy está sola en Hunsford. Así se las ponían a Felipe II. Pero Darcy, que ya se había definido como poco hábil socialmente, desde luego lo confirma en esta ocasión. No hay manera de que saque tema (Nota para Victoria Austen: no es que Rintoul fuera un “paloescoba”; es que el Darcy que creó Austen era EL paloescoba… ¡y Rintoul lo bordó). Y Lizzy se ve obligada a sacar temas por aquí y por allá… que si Netherfield, que si Bingley… Y no pierde la ocasión de soltarle alguna pullita más…

(Lizzy) Si Bingley no tiene intención de pasar mucho tiempo en Netherfield, sería mejor para el vecindario que dejara definitivamente el lugar…

Más que al vecindario, a la que le vendría de perlas sería a su hermana Jane. Tener que ver a Bingley casado con otra en Netherfield, no solamente le rompería el corazón, sino que probablemente se lo haría puré. Así que, cuanto antes desaparecieran él y sus amigos, mejor.darcy in hunsford

Darcy recoge el testigo y, por fin, saca un tema de conversación… el interesantísimo asunto de el aspecto de la casa del Sr. Collins…

Menos mal que Lizzy, por fin, me da la razón sobre el matrimonio de Charlotte con Collins:

(Lizzy sobre Charlotte) Parece estar muy feliz y, visto a la luz de la prudencia, se trata realmente de un matrimonio muy beneficioso para ella.

Darcy, que ya hemos visto que se las devuelve a Lizzy con auténtico  placer y en cuanto tiene la oportunidad, no pierde esta ocasión para poner otra banderillita:

(Darcy) (sobre la distancia entre Hunsford y Longbourn) A mí me parece una distancia muy corta… aunque es una prueba de lo ligada que se encuentra a Hertfordshire. Cualquier lugar que se encuentre más allá del vecindario de Longbourn me imagino que le parecerá demasiado lejano.

Francamente, no sé si la está llamando “hogareña” o simplemente “paleta”.

Lizzy se sacude, y habla de una manera que, a mí me parece impropia de finales del siglo XVIII, y especialmente viniendo de una mujer. Una mente analítica y racional, casi diría que bordeando la observación científica o a una mujer del siglo XXI:

(Lizzy) Lo lejano y lo próximo pueden ser términos relativos, que dependerán de circunstancias muy variadas. Pero donde hay dinero para hacer que los gastos del viaje resulten nimios, la distancia no puede ser un inconveniente.

La relatividad, la probabilidad, el contexto… Genial Austen.

Y Darcy no puede resistirse a esta mente….

(Darcy) Darcy aproximó su silla algo más cerca de ella…

Lenguaje corporal. Comunicación no verbal. ¡Lizzy despierta!

(Darcy) No puede sentirse tan fuertemente vinculada a un solo lugar..

¿La está preparando el terreno? ¿Está pensando acaso en la distancia entre Pemberley y Longbourn? Lizzy se sorprendió y Darcy interpretó que, quizás, estaba dando demasiadas pistas sobre sus sentimientos (aunque no sabía que Lizzy estaba todavía a por uvas. Probablemente su autopercepción era que se estaba exponiendo demasiado). Así que, se echó de nuevo para atrás, cogió un periódico que había encima de la mesa… y le faltó ponerse a silbar como quien intenta disimular algo… Pero como Darcy es un hombre elegante, movió los labios para preguntar una pregunta inteligentísima donde las haya:

(Darcy) ¿Le gusta Kent?

Como para no estarlo Darcy…  Pero en ese momento llegaron Charlotte y su hermana, que se quedaron pasmadas con la parejita. A Darcy se le cerró la garganta y tras convertirse de nuevo en paloescoba durante unos minutos, se marchó…

Charlotte, que ya hemos visto que me cae MUY BIEN, y que de tonta tiene más bien poco, estaba ya sobre la pista.

(Charlotte a Lizzy) Mi querida Eliza, tiene que estar enamorado de ti, pues nunca habría venido a visitarnos de una manera tan informal.

¡BINGO! Pero la dosis Wickham+orgullo herido es demasiado potente. Como Darcy es más bien callado, no puede estar enamorado de ella. La conclusión es que bajó a Hunsford porque no tenía otra cosa que hacer. La mente manipulada de LIzzy con la venda del prejuicio intoxicado por la necesidad de Wickham de dar una imagen falsa de él, tienen a Lizzy completamente de espaldas a una realidad… que para ella estaba siendo una pérdida lamentable.

Lizzy seguía pensando en Wickham y, de momento, el único candidato que se le acercaba era el Coronel Fitzwilliam

(Lizzy) Para su propia satisfacción, cuando estaba con él y percibía su evidente admiración por ella, le recordaba a quien había sido su opción previa favorita, George Wickham…

Eso sí, Wickham era mucho más dulce…. Lo mejor de lo mejor…

Las visitas de Darcy confirman la versión de que Austen nos lo presenta como un auténtico paloescoba: va, se sienta, y apenas abre la boca. Y así en repetidas ocasiones. A Charlotte creo que llegaba a ponerle más nerviosa que su propio marido. Y se lo puso muy fácil a su primo…

(Fitzwilliam) El Coronel Fitzwilliam se reía de vez en cuando de su estupidez, lo cual era prueba de que, por lo general, era diferente a como se mostraba…

Esta actitud del primo mosqueó aún más a Charlotte, que agudizó todas sus habilidades de observación a ver qué estaba pasando, de verdad, ahí…

(Charlotte) se dedicó seriamente a averiguar lo que estaba ocurriendo. Le observó tanto cuando estaban en Rosings, como siempre que venía a Hundsford. Pero sin demasiado éxito.

¿Darcy lo estaba ocultando bien, o es que era realmente tan pavo? Honestamente, Darcy estaba conteniendo el auténtico ring de boxeo en el que, dentro de él, se batían su corazón y su cerebro…. ¿A quien dejaba hablar, a uno o al otro? Los dos exigían su derecho a salir y dar sus razones pero, para no dar prioridad a uno o a otro, Darcy tenía la puerta de salida, su boca y sus palabras, selladas como se lacra un sobre que contiene un secreto que una, y solamente una persona, debe de conocer…

Podeis ver esta escena en you tube, versión 1980, en un precioso inglés y magnífica interpretación:

You tube Rosings

http://youtu.be/p2h-8uM24W0

 Y ahora…. ¡A VOTAR!

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