Henry se ha marchado unos días, y Eliza y Jane parece que tiene menos jaleo, especialmente después de la fiesta de Eliza, que fue un auténtico «happening» social, reseñado en los periódicos de esa semana en Londres.
Resulta curioso cómo a Jane la consideran «una mujer de aspecto muy agradable», y ella está encantada, claro. Con 35

http://austenonly.com/2010/03/19/austenprose-group-read-of-sanditon-worthing-the-model-for-mr-palmer’s-town/
años es más que un halago y el hecho de que a Jane ya le parezca más que suficiente, a mi al menos me da que pensar que, en su juventud, Jane, aunque no fuera una belleza en el más estricto sentido de la palabra, si que debió de ser una mujer de gran atractivo, y en cierta manera acostumbrada a recibir halagos por su físico. No olvidemos que era bastante alta, delgada, simpática, alegre, natural con los hombres (había tenido bastante experiencia en su familia)… «y con un par de ojos bonitos»…. hmmmm…. ¿quién se me estará pasando por la cabeza?…..
Y al final, aunque me he resistido como gato panza arriba a traducir versos, por aquello de las rimas, en esta carta no me ha quedado más remedio. ¡So sorry!
Y, por cierto, acordaros del juego que tenía Jane con Fanny sobre lo de hablar poniendo una «P» al principio de cada palabra. Os encontraréis con algo de nuevo en esta carta…
Carta de Jane a Cassandra (Jane tenía 35 años)
Martes 30 de Abril de 1811
De Londres (Sloane St.) a Godmersham
Mi querida Cassandra:
Ayer envié mi carta antes de que llegara la tuya, y lo lamento. Pero como Eliza ha sido tan amable como para proporcionarme un franqueo, tus preguntas serán respondidas sin gasto adicional para ti.
La mejor dirección para Henry en Oxford será “The Blue Boar, Cornmarket”.
No tengo intención de volver a arreglar mi pelliza, pues he decidido no gastarme más dinero, así que me la pondré tal y como está, más larga de lo que debería, y luego, no lo sé.
El adorno que llevé en la cabeza fue una banda a modo de corneta como el borde de mi vestido, y una flor de la Sra. Tilson. Quedé a la espera de que el Sr. W. Knatchbull me diera noticias sobre la velada, y me satisfizo bastante su impresión sobre mí: “una mujer de aspecto muy agradable”. Con eso basta. No se puede aspirar a nada mejor por el momento y ¡cómo agradeceré que continúe así durante unos años más!
Me complace sinceramente saber que la Sra. Knight por fin ha tenido una noche tranquila, pero en este caso desearía que tuviera otro nombre pues las dos “nights” (noches) rechinan demasiado.
Hemos intentado en vano conseguir “Self-Control”. Me gustaría saber su opinión, pero siempre me produce algo de temor encontrarme con una novela inteligente que sea “demasiado” inteligente. O de encontrar que alguien se me haya adelantado con mi propia historia o mis propios personajes.
Eliza acaba de recibir unas cuantas líneas de Henry tranquilizándola por el buen comportamiento de su yegua. El domingo durmió en Uxbridge y escribió desde Wheatfield.
Ayer no se nos reclamó desde Hans Place, pero esta noche vamos a cenar allí. El Sr. Tilson nos visitó por la tarde y, por lo demás, estuvimos bastante solitarias durante todo el día. Pero después de tantas salidas, el cambio resultó bastante agradable.
Tu opinión sobre la Srta. Atten me gusta mucho más de lo que yo misma esperaba, y ahora tengo la esperanza de que se quede durante doce meses completos. Me imagino que ahora tendrá mucho trabajo con todos, ¡pobre! Me da mucha pena, aunque se trate de mis sobrinas.
¡Por supuesto! Claro que me acuerdo perfectamente de las consecuencias “locales” de la Srta. Emma Plumbtree.
“Tengo un dilema, a falta de una Emma, que se escapó de los labios (lips) de Henry Gipps”.
Pero realmente nunca estuve mucho más involucrada en el asunto. Tan sólo para responder al mensaje previo de Fanny. ¿Qué más se puede decir sobre el asunto? “Puy Pien”, o “¿Pe patreverán?, o, como mucho, “Pespero pe pa pellos pes puste” (espero que a ellos les guste).
Mis felicitaciones para Edward, por el hecho de que se haya pospuesto hasta la próxima sesión la propuesta de Ley sobre el Canal de Kent. Acabo de leerlo. Siempre se puede esperar algo de estos retrasos.
“Entre sesión y sesión
la primera impresión puede levantar a una nación
y se puede forzar a que una ley malintencionada
se quede postrada
en contra de los hombres con mentes malvadas”
Estas poesías están dedicadas a Edward y a su hija. Me temo que no te dedicaré ninguna a ti.
Se me olvidó decirte en mi última carta que nuestra prima, la Srta. Payne, nos visitó el sábado, y la convencimos para que se quedara a cenar. Nos contó un montón de cosas sobre nuestra amiga Lady Catherine Brecknell, que se ha casado muy felizmente. El Sr. Brecknell es muy religioso, y tiene patillas negras.
Me alegra pensar que Edward tendrá un buen día para dirigirse hasta Goddnestone, y me alegra mucho más saber sobre su amable promesa de traerte a la ciudad. Espero que todo se acabe arreglando de manera favorable. El día 16 ahora será el día de la Sra. Dundas.
Tengo la intención, si puedo, de esperar a que vuelvas antes de hacerme mi vestido nuevo, pues creo que si estamos juntas será más ventajoso para ambas. Y, como me he dado cuenta de que la muselina no es tan ancha como solía ser, será necesario algún arreglillo. Espero que para la falda tan sólo haga falta cortar en tiras la mitad de un ancho, además de dos anchos completos.
Eliza todavía no ha decidido si va a invitar a Anna, pero yo creo que sí que lo hará.
Tuya con todo mi afecto.
Nota: la traducción la ha realizado la autora del blog, no con objeto literario, sino por el contenido del estado físico y/o anímico de Jane Austen, por lo que es susceptible de mejoras en el estilo, la interpretación o la traducción de algunos términos.