En esta carta cambiamos de destinataria, y nos encontramos con su querida amiga Martha Lloyd. Martha era diez años mayor que Jane, y hermana de Mary, la esposa de su hermano mayor James. Martha y Jane eran íntimas amigas, casi como hermanas, y coincidían en su sentido del humor y en gustos cotidianos. Os dejo con una preciosa carta con Jane ilusionada por los días divertidos que va a pasar con su amiga del alma…

Carta de Jane a Martha Lloyd  (Jane tenía 24 años)

Miércoles 12 y Jueves 13 de Noviembre de 1800

De Steventon a Up Hurstbone, Andover

Steventon, Miércoles 12 de Noviembre por la tarde

Mi querida Martha:

Ayer no recibí tu nota hasta después de que Charlotte se marchara de Deane, pues de lo contrario habría enviado mi carta con ella, en vez de, dadas las circunstancias actuales, tener que rebajar la elegancia de tu nuevo vestido para el baile de Hurstbourne por valor de 30 céntimos.

Eres muy buena por desear verme en Ibthorp tan pronto, casi tanto como yo por querer ir a verte. Creo que, a ese respecto, nuestro mérito va a la par, por la fortaleza de nuestra abnegación mutua. Tras haber rendido este homenaje alabando las virtudes de ambas, doy por terminado mi panegírico y procederé con asuntos más prácticos.

Espero estar contigo dentro de unos quince días. Tengo dos razones para no poder ir antes: deseo preparar mi visita de manera que pueda pasar algunos días contigo antes de que vuelva tu madre; en primer lugar, para tener el placer de verla de nuevo y, en segundo, para aumentar la probabilidad de poder traerte de vuelta conmigo. Tu promesa a mi favor no fue absoluta, pero si tu voluntad no es perversa, tu y yo haremos todo lo que esté en nuestras manos para superar los escrúpulos de la conciencia. Espero que nos veamos la semana que viene para hablar de todo esto, hasta que ambas nos hayamos agotado con la mera idea de mi visita antes de que ésta comience.

Han llegado nuestras invitaciones para el baile de Hurstbone del día 19, con un vocabulario muy curioso.

Mary te mencionó ayer el, me atrevería a decir, desafortunado accidente del pobre Conde. No parece que esté muy bien; los últimos dos o tres correos han traido noticias de él cada vez menos favorables. La carta de esta mañana confirma los temores del doctor de que los graves daños en las articulaciones de su paciente hayan provocado lesiones materiales en el hueso que ya desde el primer momento parecía estar casi roto, de manera que cualquier irritación específica o movimiento brusco podría provocar una fractura. John Harwood ha ido hoy de nuevo a Gosport. Tenemos ahora dos familias de amigos que están en una situación de profunda preocupación. Porque, aunque por una carta de Catherine esta mañana parece que la esperanza va a renacer en Manydown, se puede dudar con bastante prudencia de su continuidad. Sin embargo el Sr. Heathcote, que se ha roto un pequeño hueso en la pierna, se está recuperando bastante bien. ¡Sería demasiado tener que estar pendientes de tres personas!

Mary ha tenido hoy noticias de Cassandra. Ahora se ha marchado con Edward y Elizabeth a los Cages durante dos o tres noches.

Me incomodas cruelmente con tu petición de libros. No se me ocurre ninguno que pueda llevar, ni tampoco puedo imaginarme para qué puedes quererlos. Voy contigo para que me hables, no para leer o escuchar a otros leyendo. “Eso” puedo hacerlo en casa. Y ahora tengo ciertamente una buena dosis de ideas con las que apabullarte como parte de “mi” conversación.

Me estoy leyendo la Historia de Inglaterra de Robert Henry, que te repetiré de todas las maneras que se te ocurran, bien con una tensión floja, desganada e inconexa, o bien dividiendo mi recitación tal y como lo hace el propio historiador, en siete partes: civil y militar, religión, constitución, conocimiento y hombres instruidos, artes y ciencias, comercio y moneda, y educación. De esta manera, tendremos un tema distinto de conversación para cada tarde de la próxima semana. El asunto del viernes, comercio y moneda, te resultará el menos ameno. Pero el de la tarde siguiente compensará por el anterior. Con tales suministros por mi parte, con que tu tengas los tuyos repitiendo la gramática francesa, y la Sra. Stent suelte de vez en cuando alguna exclamación sobre los gallos y las gallinas, ¿qué más podemos desear?.

Me despido por poco tiempo. Te esperamos para cenar aquí el martes y así estés con James Digweed, a quien desearás ver antes de que se vaya a Kent.

Estamos todos unidos en nuestro cariño hacia ti, y quedo tuya afectuosamente.

P.D. Se dice por Portsmouth que Sir T. Williams se va a casar. Es verdad que esto ya se ha dicho anteriormente al menos veinte veces, pero Charles se inclina por darle ahora cierta credibilidad, pues casi nunca le ven a bordo, y tiene todo el aspecto de estar enamorado…

Jueves.-

Los Harwood han tenido esta mañana noticias bastante mejores del estado del Conde. Y a Charles, del que acabo de recibir una carta, le ha confirmado el médico del Hospital que la herida está en las mejores condiciones posibles.

Nota: la traducción la ha realizado la autora del blog, no con objeto literario, sino por el contenido del estado físico y/o anímico de Jane Austen, por lo que es susceptible de mejoras en el estilo, la interpretación o la traducción de algunos términos.

Fuente: Le Faye, D. (1995), Jane Austen’s Letters, Ed. Oxford University Press