Parece que V.S. Naipaul no es el único escritor dispuesto a dedicar a Jane Austen unas «palabritas» denostadoras (…ver entrada…). Ya a principios del siglo XX, Mark Twain se despachaba a gusto cada vez que tenía la ocasión. Pero antes de saber lo que decía sobre Jane, veamos quién era Mark Twain (fuente: wikipedia) :

«Samuel Clemens nació en la pequeña aldea de Florida, en Missouri, en 1835, donde sus padres habían emigrado cerca de un próspero tío suyo, John, propietario de una tienda, una granja y unos veinte esclavos negros. A los cuatro años, su familia se trasladó a la cercana Hannibal(Missouri), puerto fluvial en el río Mississippi y allí realizó sus primeros estudios. Hannibal sirvió de inspiración para el pueblo ficticio de San Petersburgo en Las aventuras de Tom Sawyer y Las aventuras de Huckleberry Finn. En esa época, Missouri era un estado esclavista y el joven Twain estaba familiarizado con la esclavitud, tema que exploró más tarde en sus escritos.

Su padre murió de neumonía en marzo de 1847, cuando Twain tenía 12 años. Sin completar su educación, entró al año siguiente a trabajar como aprendiz en imprentas y llegó a ser tipógrafo. En 1851 comenzó a publicar algunos breves relatos de viajes en el Journal de Muscatine, que pertenecía a su hermano mayor Orion. Con este hermano emprendió otras aventuras diversas en busca de dinero fácil tras la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo en 1848.

Mientras, trabajaba en imprentas de San Luis, Cincinnati, Nueva York, Filadelfia y otras ciudades; y más adelante fue piloto de un barco de vapor, experiencia que le marcará profundamente. Durante la Guerra de Secesión fue soldado de la Confederación, tras lo cual comenzó un negocio de maderas y es minero de plata sin suerte en Nevada. En este estado, al que fue en compañía de su hermano y quien era secretario del gobierno federal en tal territorio, comenzó a trabajar como periodista en 1862 en el Territorial Enterprise de Virginia City y, al año siguiente, comenzó a firmar con el seudónimo Mark Twain, adoptado de una expresión típica de los cantos de trabajo de los negros en los riverboats del río Misisipi, que significa «marca dos brazas», el calado mínimo necesario para la buena navegación.

Doctor Honoris Causa por Oxford

En 1870 se casó con Olivia Langdon, el gran amor de su vida, a quien llamó Livy. Olivia era hija de un capitalista progresista que ayudó a escapar a muchos esclavos como parte de la red de liberación llamada Ferrocarril subterráneo. Al principio Olivia no prestó atención a Samuel, pero tras un año de cartas diarias, terminó por enamorarse del escritor.

Además de la bancarrota, la desgracia se cebó en su familia. Su hija mayor, Susy, murió de meningitis, Livy se quedó inválida y otro hijo murió por un descuido suyo,como dolorosamente cuenta en su Autobiografía. Siempre luchando contra los apuros económicos, el escritor se sumió en un negro pesimismo y en una temible misantropía, de forma que incluso él mismo se dio cuenta de que lo que escribía por entonces era demasiado mordaz e impublicable para los parámetros de entonces y dejó instrucciones para que se editase tras su muerte.

Hizo un agotador viaje con su mujer por Sudáfrica, Calcuta, Australia y Nueva Zelanda dando conferencias, y se quedaron a vivir en Nueva York. Su mujer murió en Florencia en 1904 y seis años después murió súbitamente su hija. De este golpe apenas se recuperó y murió cuatro meses después, el 21 de abril de 1910, en Redding, Connecticut. Sólo sobrevivió una de sus hijas.

Fue reconocido mundialmente durante los últimos años de su vida y recibió, entre otros, el doctorado honoris causa por la Universidad de Oxford (Reino Unido), en 1907.«

Tras saber algo de su vida, veamos algunas de las perlitas que le dedicó a Jane Austen y me voy a permitir dar mis impresiones al respecto:

«Cada vez que cojo «Orgullo y Prejuicio» o «Juicio y Sentimiento», me siento como un camarero entrando en el Reino de los Cielos. Lo que quiero decir es que me siento como probablemente él se sentiría casi con toda seguridad. Estoy bastante seguro de conocer cuáles podrían ser sus sensaciones, y también sus comentarios en privado. Torcería el morro cuando esos Presbitarianos ultra buenos fuesen desfilando llenos de autocomplacencia…»

Como suele pasar en estos casos, Mark Twain progresista de «pro», anticapitalista, buscador de dinero fácil (sic), detesta los grupos

Olivia hacia 1860. Una señorita.

en los que hay un orden (bueno, Jane Austen también se metía mucho con el clero de su entorno. Quizás, si Mark Twain se hubiese leído alguno de sus libros completo se habría dado cuenta de este detalle), y por eso tampoco me sorprende que eligiese una mujer muy por encima de él social y económicamente para casarse. Podía haberse enamorado de alguna de las esclavas negras y haberla hecho libre, o con alguna inmigrante, como él, y haberla procurado una vida más digna… O tal vez no…

Sigamos:

«Ella me hace detestar a todos sus personajes. ¿Es esa acaso su intención? No resulta plausible. Entonces, ¿es su propósito hacer que el lector deteste a todos sus personajes hasta la mitad del libro, para ganar luego su afecto en el resto de sus capítulos? Eso podría ser. Eso sería arte de primera. También se podría decir que merecería la pena. Algún día, examinaré la otra mitad de sus libros y veré.»

Sin objeciones. Ojalá lo hubiese hecho…

Más, más….

¿Jane Austen? Me atrevo a ir tan lejos como para decir que cualquier biblioteca es buena siempre que no tenga un sólo ejemplar de Jane Austen. Incluso si no tiene ni siquiera un sólo libro de cualquier otro autor. 
– En Remembered Yesterdays, Robert Underwood Johnson

Los libros de Jane Austen, también, están ausentes en esta biblioteca. Ese hecho simplemente haría que cualquier biblioteca fuese buena, aunque no hubiese ningún otro libro. 
– Following the Equator (Siguiendo el Ecuador)

Por el contrario, una biblioteca que no tuviese a Jane Austen, considerada como precursora de la novela moderna inglesa (que NO romántica), difícilmente podría considerarse como tal. Es muy visceral Mark Twain en estas apreciaciones…

Soy incapaz de leer su prosa… como me pasa con Jane Austen. No hay diferencia. Podría leer la de él si me pagaran, pero no la de Jane. La de Jane es completamente imposible. Es una auténtica lástima que permitieran que tuviese una muerte natural. 
– Carta a W. D. Howells, 18 de Enero 1909

Aquí ya empezamos a detectar el humor negro del escritor. ¿Ironía? Pensemos que sí, porque querer cargarse a alguien con esa visceralidad, solamente de la lectura de sus libros, diría muy poco de él…

No tengo ningún derecho a criticar libros, y no suelo hacerlo a no ser que los odie. A menudo quiero criticar a Jane Austen, pero sus libros me enervan tanto que no podría ocultar mi malestar frente al lector, y por eso tengo que parar siempre que comienzo. Cada vez que leo «Orgullo y Prejuicio», siento ganas de desenterrarla y golpear su cráneo con su propio hueso de la espinilla»

– Carta a Joseph Twichell, 13 de Septiembre de 1898

¿Sería Mark Twain la inspiración para las secuelas de Zombies? Lo tomaremos como otra de sus ironías mordaces e impublicables…. Pero leyendo esto y reflexionando, me pregunto:

– ¿era Jane demasiado inglesa para un Twain demasiado americano?

– ¿era demasiado pudiente o aparentemente demasiado conservadora para un Twain de origen humilde? (Se ve que Twain no reflexionó sobre las decisiones que tomó Jane Austen sobre su vida, valiente donde las haya)

– ¿era Jane una mujer escritora que tuvo que publicar con seudónimo para no tener que avergonzarse de serlo, al contrario que él que tuvo acceso a todo tipo de publicaciones desde su juventud?

– si hubiesen sido coetáneos, casi casi daría la impresión de que Mark Twain le hubiera tirado los tejos, y Jane le hubiese dado calabazas…

Como todo buen cascarrabias, me gustaría creer que tras sus palabras hay una profundísima ironía, una profundísima frustración, y quizás un corazón que solamente fue capaz de mostrar a muy pocos.

De momento, me quedo con la ironía…

Fuentes:

http://www.twainquotes.com/Austen_Jane.html

http://es.wikipedia.org/wiki/Mark_Twain