Fue en el año 1870 cuando, por primera vez, James Edward Austen Leigh informó sobre el hecho de que su tía había ido a la escuela de Mrs. Latournelle en Reading. Aparentemente, Jane, Cassandra y su prima Jane Cooper estuvieron en dicho internado desde Julio de 1785 (Jane tenía 9 años), hasta Diciembre de 1786 (poco después de que cumpliese los once). Oficialmente se le conocía como el Internado para Señoritas de Reading, pero los alumnos lo llamaban la Abadía, pues ocupaba la parte de la entrada de la Abadía de Reading, en Forbury. Ahora es un parque municipal pero en aquel entonces era un espacio abierto rodeado de escuelas para niños.

Contaba con una amplia sala de baile, lo suficientemente grande para convertirla, en determinadas ocasiones, en un teatro. El baile era una de las asignaturas favoritas, y el curriculo académico tenía como objetivo educar a las niñas en música, escritura, lenguaje, francés básico, costura y dibujo.

Mrs. Latournelle era la directora del centro, pero también hacía las funciones de gobernanta y matrona. También se encargaba de la supervisión de las aulas de los más pequeños o atrasados y los entretenía con anécdotas de las novedades teatrales que tenían lugar en Londres. Aunque se decía que tenía una pierna de corcho, probablemente se trataba de un alza en el zapato, pues tenía una pierna más corta que otra, lo que no le impedía ser una mujer muy activa.

La parte académica estaba a cargo de Ann Pitts, de alrededor de 28-29 años, antigua alumna, que más adelante, en 1789 se convirtió en la Sra. St. Quentin. Había tres profesores de apoyo, con sueldos extremadamente bajos. La escuela estaba muy orientada hacia el exterior,  y profesionales de la música y la danza solían visitarlos una vez al año, y organizaban un baile anual para los alumnos, abierto también al público a 5 chelines la entrada.

Se sabe que, entre las costumbres del internado, las chicas mayores tenían permiso para llegar tarde a las oraciones obligatorias de la mañana. Seguidamente tenían una o dos horas de clases y después solían tener tiempo libre entre las comidas, y nadie parecía preguntarles nada más sobre sus actividades que un «¿Dónde ha estado, Mademoiselle?».

Esto podría explicar que Jane Austen tuvo muchísimo tiempo libre para leer todas las novelas, las buenas y las malas, que había en la biblioteca del colegio, y en la biblioteca itinerante de Carnan y Smart, los editores del Reading Mercury que estaba cerca de la plaza del mercado de la ciudad. En Steventon, Jane nunca habría tenido acceso a tanta lectura.

En 1787, un año después de haber dejado el internado (con 11-12 años) escribió su primer relato de lo que conocemos como Juvenilia. Los investigadores que han analizado esta obra destacan que Jane estaba profundamente familiarizada con la mayoría de las obras de ficción inglesas del siglo XVIII, pero también con la capacidad de observación de un detective experimentado. Desde luego, el internado fue su centro de preparación como futura novelista.

Muy cerca estaba el Colegio Reading para chicos, dirigido por el Dr. Richard Valpy, y era habitual que los alumnos más mayores fueran invitados a las fiestas de los colegios próximos. En 1785, probablemente todas las chicas asistieron a un recital de poemas en Latin y Griego, que se celebraba cada tres años invitando a profesores de Oxford.

Cuando Ann Pitts se casó con el Sr. St. Quentin, el internado cambió bastante, pues éste asumió la dirección del mismo, y muy pronto aumentó el número de alumnos, pues era agregado de la Embajada Francesa en Londres (había nacido en Alsacia). De costumbres no muy recomendables, especialmente el juego, acompañado del Dr. Valpy, pronto dejó de vérsele por el colegio, más interesado en sus asuntos consulares. De hecho, unos años después de haber asistido las hermanas Austen, el internado entró en una decadencia lamentable.

Del Diario de Mrs. Sherwood se puede extraer, entre otras cosas, que dos de los alumnos utilizaban un lenguaje sexualmente abusivo y poco delicado.

La propia Jane Austen dejó alguna pista sobre sus días de internado, no de una manera directa, sino a través de sus novelas. Por ejemplo, en Emma, recrea un internado del que pudiera surgir Harriet Smith como la protegida de Emma. El colegio de Highbury gozaba de buena reputación y estaba en un lugar de gente acomodada, tal y como era el de Reading. La Directora, la Sra. Goddard, era una «mujer sencilla, maternal, que había trabajando muy duramente durante su juventud… daba a los niños mucha comida, les dejaba correr a su antojo durante los meses de verano, y en invierno se encargaba de abrigarlos con sus propias manos», tal y como probablemente ocurría en Reading.

Solamente nos han llegado dos anécdotas de su estancia en el internado: una fue cuando uno de sus familiares que pasaba cerca de la ciudad las visitó en Octubre de 1785 y les dio media guinea a cada una de ellas. La segunda fue que se permitió a las tres alumnas salir a cenar a una posada local con su hermano Edward (más adelante Knight), que entonces tenía 18 años, junto con el hermano de Jane Cooper, también Edward, que tenía 15 años. ¡Qué curiosa pandilla!

Fuente: The Jane Austen Society, Report for 2009.