Hablando de Jane Austen

Bueno, ya estaba tardando… con tanta secuela, precuela y loquecuela… se colaron los zombies y ahora la versión erótica de Orgullo y Prejuicio. La original autora se llama Mitzi Szereto, que probablemente no ha encontrado mejor manera de poner un libro erótico a la venta que utilizar a Jane Austen y a personajes caracterizados por su impecabilidad. Si en su intimidad eran eróticos o no, es algo que Jane Austen dejaba a la imaginación de los lectores de sus historias. Bastante hacía ella con emparejarlos por amor (a los
principales), que en aquella época ya era suficientemente escandaloso.

Lógicamente, hay muchos críticos entusiasmados con la idea, entre ellos el autor de la secuela sobre zombies. Podéis ver los comentarios en la página de Amazon.com. Están en inglés y, francamente, no me apetece traducirlos a no ser que alguien tenga un interés especial:

http://www.amazon.com/Pride-Prejudice-Hidden-Mitzi-Szereto/dp/1573446637

Lo publica la editorial Cleis Press y su lanzamiento está previsto para el próximo 1 de Julio de 2011. Saldrá con el título Pride and Prejudice Hidden Lusts.

La página de esta genial trepa (lo siento) es la siguiente:

http://mitziszereto.com/prideandprejudicehiddenlusts/

Informadas quedáis.

Sugerencia para Mitzi: Si quieres convertirte en una escritora erótica de éxito, utiliza tu talento sin tener que tirar de autoras que han sudado la camiseta por ti. Tienes muchos ejemplos de grandes escritores de literatura erótica, pero esos son con seguridad tus grandes rivales, frente a los que probablemente poco o nada tienes que hacer.

Sigo pensando que, si Jane levantara la cabeza, y viera la falta de respeto generalizado, el todo vale con tal de trincar la pasta, y la utilización de sus obras (ella misma definió a Orgullo y Prejuicio como su adorada criatura –ver post al respecto-) por parte de gente con una absoluta falta de imaginación y creatividad (que tienen que estar apoyándose en personajes conocidos universalmente para poder dar un paso adelante)… se volvía a caer en su tumba de la Catedral de Winchester probablemente haciendo un estupendo corte de mangas.

Citando a una austenita de pro donde las haya: si quiero literatura erótica, leo literatura erótica; y si quiero más Austen, leo Austen. Sin mezclar. Ni atender a la fantasías provocadas por la genial escritora.