Una alegría para esta semana. Vamos a recordar la escena de Orgullo  y Prejuicio que Jane Austen nunca escribió, pero que la catapultó al firmamento de las escritoras más leídas a finales del siglo XX y principios del XXI.

Aunque Jane Austen era amante del decoro, no sé por qué, creo que esta escena la habría hecho reír a carcajadas (en el buen sentido, viendo a Darcy y a Lizzy tan azozorados, cada uno por sus razones…). Igual, hasta la habría incluído en su libro… 😉

¡A disfrutar!