Bicentenario de la publicación de Mansfield Park

Carta a Victoria Austen. Lo prometido es deuda.
Querida Victoria Austen:
Hoy celebramos el bicentenario de la publicación de Mansfield Park. En su día hablamos que no estaba entre mis favoritas de Jane Austen. Es más, tenía el recuerdo de que era una obra más bien tirando a gris. Sin embargo tu la defendías a capa y espada, enarbolando la bandera de la plataforma pro-Fanny Price; y que se trataba de una de las mejores novelas en cuanto a estructura y contenido. Torcí el morro, pero prometí que acompañaría a las seguidoras del blog en su lectura, aunque solamente fuera por respeto al Bicentenario. Y he cumplido con mi palabra.
Aunque empecé dejando huella en el suelo con los dedos, tengo que admitir que mi opinión ha variado considerablemente y voy a explicarte por qué, espero que para tu regocijo.
Leer las novelas de Jane Austen todas seguidas, con motivo de los distintos bicentenarios, me está permitiendo hacer una comparativa entre ellas que quizás antes no había hecho. O quizás el paso de los años hace que su relectura (enésima) nos haga captar otros matices.
Es cierto que me introduje en ella con cierto desasosiego, como si fuera a comerme un plato de callos (que difícilmente puedo acercarme a la boca). Sin embargo, poco a poco he ido descubriendo que, efectivamente, es una novela mucho más madura que las dos previas, Juicio y Sentimiento, y Orgullo y Prejuicio. Esto puede captarse, como bien apuntabas, en su estructura.
Todos los personajes, todas las escenas tienen un tempo, un detalle y una profundidad que no se percibía en las anteriores. Y, sobre todo, tienen una ironía que solamente puede describirse como auténticamente magistral. Una ironía madura, sabia y con las dosis absolutamente precisas que hacen que las escenas más graves mantengan su importancia pero relativizándolas sin caer en la caricatura o en la mofa. Y eso solamente saben hacerlo los grandes. La fuga de Julia con Yates, que en otras obras podría haber sido la gran tragedia, en esta se convierte en pecata minuta frente a lo que puede ser todavía peor: la fuga de Maria con Henry Crawford. Otros vendrán, que bueno te harán, dice el refrán. Pero Jane Austen siempre respeta a sus personajes: el Sr. Rushworth no era perfecto, pero no merecía burla. Y la gran ironía final: el castigo final para María Bertram teniendo que pasar el resto de su vida junto a la insoportable, maliciosa y tergiversa tía Norris. ¡Magistral!
También se percibe a una Jane Austen más vivida y, por encima de todo, S-A-B-I-A. El matiz final, aunque ella no lo exprese así, lleva implícita la educación de uno mismo: educación en los pensamientos, en los sentimientos, en las acciones. Las cosas no ocurren porque sí, sino normalmente por deficiencias en la comprensión de uno mismo, del contexto y de las decisiones que uno toma. Todo ello me ha hecho disfrutar como quizás no lo hice con la chispa y viveza de Orgullo y Prejuicio, pero sí con una profunda admiración y media sonrisa, a veces carcajada, durante toda la trama.
¿Pero por qué nos sigue pareciendo gris? Creo haber dado con la clave, o al menos con la que a mí me ha parecido que lo era. Y la clave está, como seguramente tu ya sabes, en Fanny Price.
Acostumbradas al Sr. Darcy, al Sr. Bingley, al Coronel Brandon, en fin, a tantos caballeros Austen, en Mansfield Park Edmund queda muy lejos de cualquiera de ellos. Se enamora de la persona equivocada, es incapaz de gestionar sus emociones con sentidos común, y está dispuesto incluso, ante la evidencia de la amoralidad de la persona elegida, a llegar hasta la petición de matrimonio. Solamente el descalabro de sus hermanas le permite ver de alguna manera quién es Mary Crawford. Y, posteriormente, tarda mucho en recuperarse de la decepción, hasta que consigue enamorarse de Fanny. Imposible subirlo al podium de los caballeros Austen. Ni siquiera aspirar a premio de consolación.
¿Qué ocurre en esta novela entonces? En las otras, es Lizzy quien se equivoca, o Emma, o Anne Elliot y son ellos, los Darcy, Knightley, Brandon, los que tienen sentimientos firmes, apasionados y razonados, los que están ahí contra viento y marea. En Mansfield Park, Fanny es el equivalente a lo que nos tiene acostumbradas con sus caballeros: es ella la de sentimientos inamovibles, la que ama con virtudes y defectos, la que mantiene el tipo ante la debilidad emocional de la persona que ama….
Si, definitivamente, Fanny es el caballero Austen en Mansfield Park. Ella es la grande, de sentimientos, de pensamientos y conductas, a pesar de su difícil posición de inferioridad social.
Por eso quizás nos decepciona Mansfield Park en una primera lectura. No podemos enamorarnos platónicamente de Fanny y quizás no podamos ver, en una heroína tan sencilla, la misma grandeza con la que nos epatan Darcy, Brandon o Knightley.
En fin, querida Victoria, me la leí porque te lo prometí. Pero te puedo asegurar que volveré a leerla por puro placer. ¡Gracias!
Y ahora, ¡sigamos celebrando el bicentenario de esta prodigiosa novela, Mansfield Park!
Un abrazo emocionado y agradecido
Hablando de Jane Austen
Nueva incorporación a las plataformas Pro-Fanny Price y Pro-Mansfield Park
Dime en que libreria esta Mansfield Park que voy y me lo compro.
Tienes razon con lo de Fanny, eso es lo que he podido ver yo. Ella es asi, no cabe en las heroinas Austen porque ellas aprenden, ellas se equivocan y se remedian, al igual que los caballeros. Pero Fanny tiene al igual que ellos la capacidad de ser intransigente, sentimientos firmes y demas, como decias.
Y en serio, no me gusta tanto Edmund. Pero es un giro interesante que para el capitulo final es que este empezando a darse cuenta de que ama a Fanny.
Bravísimo, Mila!!!!
¡¡¡Gracias, peque!!! 🙂
Si hay algo que siempre me ha llamado la atención en MP es justamente de dónde sacó Fanny su «sabiduría» y temple (en su entorno familiar de la niñez y en el propio MP no tenía justamente buenos ejemplos). Pero ella es como una persona vieja (madura) desde muy joven… Y esto le permite aguantar estoicamente las humillaciones a la que es sometida de manera casi diaria (hoy sin un batallón de psicólogos a mano, dudo que una niña salga bien rumbeada con ese trato poco amoroso!!), como mirando todo desde más arriba (y me refiero a inteligencia emocional). Inclusive, el propio Edmund, que es el mejor de la familia, y que tiene aparentemente un rol protector para con ella, resulta un salame a la hora de elegir pareja (en primera vuelta). Convengamos que no cierra mucho la elección de Edmund, dados sus principios. ¿Será que JA nos quiso decir que las hormonas masculinas pueden más que la racionalidad de hasta el hombre mejor pintado? En este sentido, es un hombre bastante corriente (a veces dan ganas de sopapearlo), ningún galán para el cuadro. Y sí, coincido con vos en que puede que sea esto lo que nos desiluciona. No encontramos en MP un hombre del cual «enamorarnos» perdidamente, más bien encontramos una heroina sin estridencias, sin ninguna belleza avasallante, sin esa chispa tan propia de Lizzie o de Emma que gusta tanto, una Elinor Dashwood diría yo… Entonces es como que le falta la pimienta tanto al hombre como a la mujer de la novela, y eso la hace parecer de un color deslucido. Pero, bueno, en lo personal, a mí siempre me han caído bien tanto Elinor como Fanny, estoicas, buenas minas (como diríamos acá en Argentina), incorruptibles, sensatas, pacientes. Y sí, un tanto aburridas y sin gracia. Y fijate que se quedan con tipos como Edward o Edmund, no ligan un Darcy o un Cnel. Brandon!!!! Evidentemente JA cree que puede más la gracia y la imperfección que la sensatez y sabiduría para llevarse los mejores galanes. Pero, así y todo a estas mujeres les entrega hombres «comunes» pero buenos y que las aman de verdad. Ellas en su modestia y sensatez, se conforman con esto y son felices! Así que, todos contentos!
Amen!!!!! 🙂 me ha encantado lo del salame….. Yo creo que en esta novela la que esta divertida es Jane Austen como narradora, que derrocha ironía a tutiplén…. 😉
¡Muy buen artículo Mila!
Después de leerlo me he dado cuenta de que a mi me pasa igual: Mansfield Park era el libro que menos me gustaba de Jane Austen porque Edmund no me parecía nada atractivo. Y aunque Fanny es una persona inteligente y valiosa, debo confesar que no me gusta mucho tampoco. ¡Lo siento! Es tan irreprochable que me aburre y no lo entiendo muy bien porque Elinor, otro dechado de bondad y buenas virtudes, me gusta muchísimo.
Ahora estoy releyendo de nuevo O&P porque necesito muchos ánimos y calmar mi ansiedad, y picoteo un poco de S&S porque necesito el valor y la buena educación de Elinor. Pero después intentaré comprender mejor MP.
Un abrazo guapa, ¡Mua!
Menos mal que no picoteas chocolate, patatas fritas y cacahuetes!! 😉 esto es definitivamente mucho mejor!!!
Estupendo análisis, Mila. Creo que has encontrado muchas de las claves que puso JA en esta novela. En ella, nada es lo que parece. Los buenos nos parecen demasiado simples; los malos nos parecen buenos, simpáticos, divertidos. Fanny nos parece demasiado pasiva y transigente… Y juzga severamente a los demás. ¿Y quién no lo haría sabiendo lo que ella sabe, habiendo observado la indecorosa conducta de HC y de su prima? Hay que recordar que estamos a comienzos del XIX, no en el siglo XXI. Solo discrepo de una cosa: Fanny también evoluciona. El amor le hace evolucionar. Le hace más fuerte. La Fanny-antes-de-enamorarse no habría podido resistir la presión de su tío para que aceptara a Crawford. La Fanny enamorada lo aguanta todo.
Por otra parte, esta novela me parece un ajuste de cuentas de Jane Austen, y el capítulo final es una buena prueba de ello.
Me alegra saber que te induje a leer esta novela con la mente más abierta. Ello te ha permitido descubrir las trampas que puso JA a sus lectores acostumbrados a la brillantez de sus personajes anteriores. Ella fue consciente de que ese brillo cegaba la razón de sus lectores, y quiso hacerles pensar un poco.
Y espero que tu próxima lectura sea mucho más placentera.
Absolutamente de acuerdo. Me gustan mucho los apuntes que añades, especialmente el de «Fanny enamorada lo aguanta todo». Cierto. La fuerza del amor…. Y muy acertado lo del ajuste de cuentas de JA. La verdad, creo que en esta novela esta soberbia. Asi que, de nuevo mil gracias por tu firmeza y claridad en defenderla. Creo que somos muchas las reconvertidas tras esta lectura…. Un besote austeniano y fuertote!!!!
Pues a mí es una de las que más me gustan. Tiene una frecura y una fluidez que enganchan
Yo he redescubierto una ironía fina que me ha encantado
¡Estupenda reflexión Mila! Yo estoy en el proceso de re-leerla (mi segunda vez) ahora mismo y coincido contigo en tu apunte final. MP nos parece gris porque no hay un caballero austen tal y como estamos acostumbradas, y porque a Fanny le falta la chispa de los personajes femeninos. Podemos decir de Fanny que es una buena persona, pero desgraciadamente hoy en día parece que eso no es una cualidad demasiado atractiva. Aunque no creo que en mi escala de favoritas vaya a subir ningún puesto, sí que estoy valorando Mansfield Park más positivamente ahora, que en su primera lectura. Creo que es una obra que se puede valorar mejor cuando te acercas con más años que cuando lo haces con quince o veinte y te preguntas ¿pero por qué estos personajes son tan aburridos? Y sin embargo, admitamos que Edmund está más cerca de lo que podría ser una persona real que un Darcy o un Wenworth, ¿no? Alguien que se equivoca, que está ciego en muchas ocasiones, que tiene que darse de cabezazos hasta llegar a la elección correcta. Y claro, nuevamente, eso tampoco es atractivo. Es más atractivo leer sobre lo que no nos encontramos a diario…
Pues sí, también es muy buena tu reflexión…. Hay más Fannys y Edmunds en el mundo que Darcys. Pero aquí la que esta genial es Jane Austen con su narración. Y su ironía… Se los lleva a todos por delante….. Cuando la releas, hazlo con el colmillo retorcido y sin nada de solemnidad…. Entonces, te encantara….
Muchas gracias. Feliz bicentenario a todas.
Pensar que si hubiese descubierto este foro dentro de unos años… no hubiera sido igual, pues no celebraría los bicentenarios en vivo!!
M.P. no es una de mis favoritas, como ya apunté una vez, pero su estructura es muy buena y sus bases. Lo que pasa es que me gusta soñar… y sueño con ser una Bennet y encontrar un Darcy; o mejor, un coronel Brandon, jajaja Por lo demás, nada que objetar. Un saludo a todos.
¡¡Gracias Montse!! 😉
Yo tambien debo confesar q MP no era mi favorita pero al mantener la mente mas abierta me di cuenta q estoy algo mas identificada con Fanny de lo q crei Edmund pues su unico buen atributo es ser el protector de Fanny…..en general me gusto q la trama fuera mas adulta sierto q es algo dificil de comprender al principio pero conforme me aproxime al final la entendi mejor.BIEN POR JANE nunca nos deja a medias;-)
¡¡Bien!! 😉