Perdonadme, pero ando tan liada estos días, y por otro lado estaba tan absorbida por Mansfield Park, que no me dí cuenta de que ya habíamos entrado en el mes de Marzo (¡no me lo puedo creer!) y se me pasó la carta del día 2. Pero como todo se puede arreglar menos una cosa, nos ponemos al día en un plis-plás.

Hoy os dejo esta carta que hace cinco dias y doscientos años Jane le estaba escribiendo a su hermana Cassandra desde Henrietta St., la casa de su hermano Henry. Henry se está leyendo Mansfield Park y va más o menos por dónde vamos nosotros en el blog. Le gustan todos los personajes. Por otro lado, se está leyendo «La Heroína» que, por cierto a James, no le está gustando.

Aprovecho aquí para comentar cómo se podría estar sintiendo James tras leer Mansfield Park. ¿Quizás se vería demasiado reflejado en Edmund y su lamentable cortejo de su prima Eliza de Feuillide -Mary Crawford- que le dio calabazas precisamente por ser clérigo? Eso es lo malo de tener una hermana pequeña que lo observa todo… que, con el paso de los años, va y lo casca en una novela, y ¡encima se convierte en una de las escritoras más universales de las letras inglesas y leída a lo largo de los siglos! Pobre James, si lo llega a saber, seguro que hubiera tirado el libro a la chimenea, como hizo Cassandra con las cartas…

¡¡Disfrutadla!!

Carta de Jane a su hermana Cassandra  (Jane tenía 38 años)

Miércoles 2 de Marzo de 1814

Desde Henrietta Street, Londres

Mi querida Cassandra

Te equivocaste al pensar que estábamos la noche pasada en Guilford. Estuvimos en Cobham. Al llegar a Guilford nos encontramos con que John y los caballos habían continuado su camino. Por lo tanto, tan sólo tuvimos que hacer lo que ya habíamos hecho en Farnham: sentarnos en el carruaje mientras embozaban

http://en.wikipedia.org/wiki/Cobham,_Surrey
http://en.wikipedia.org/wiki/Cobham,_Surrey

caballos nuevos. Y después salimos directamente hacia Cobham, donde llegamos a las siete. Sobre las ocho estábamos sentados ante unos exquisitos platos de ave asada, etc. En conjunto tuvimos un viaje bastante bueno, y todo en Cobham resultó bastante cómodo. ¡No pude pagar al Sr. Harrington! Ese fue mi único “¡Dios mío!” de todo el asunto. Por lo tanto le devolveré su factura y las dos libras de mi madre para que tú puedas probar tu suerte.

No empezamos a leer hasta que llegamos a Bentley Green. La aprobación de Henry hasta ahora es equiparable a mis deseos. Dice que es muy distinta de las otras dos, pero no parece pensar que sea en absoluto inferior. Tan sólo ha casado a la Sra. Rushworth. Me temo que se ha leído la parte más entretenida. Se ha encariñado con Lady Bertram y la Sra. Norris de la forma más amable, y ha alabado bastante cómo se han perfilado los personajes. Los comprende a todos, le gusta Fanny y ya presiente, creo, cómo va a acabar todo. Acabé anoche la “Heroína”, y me divirtió bastante. Me pregunto por qué a James no le ha gustado más. A mí me ha divertido bastante.

Nos fuimos a la cama a las diez. Estaba muy cansada, pero dormí maravillosamente bien y hoy me siento muy animada. De momento Henry no parece tener quejas.

Nos marchamos de Cobham a las ocho y media, paramos para desayunar en Kingston, y llegamos a esta casa bastante antes de las dos, muy al estilo del Sr. Knight. El sonriente y amable Sr. Barlowe salió a nuesro encuentro en la puerta y, como respuesta a nuestras preguntas sobre todo tipo de novedades, nos dijo que el ánimo general era que se esperaba la paz.

He tomado posesión de mi dormitorio, he desempaquetado mi sombrerero, le he enviado a la Srta. P. dos cartas por correo regular, me ha visitado Md.B., y ahora estoy escribiendo en la nueva mesa del cuarto de estar. Está nevando. Ayer tuvimos algunas tormentas de nieve, y una buena helada por la noche, lo que nos supuso un tramo difícil en la carretera desde Cobham a Kingston. Como se estaba poniendo sucio y pesado, Henry hizo que se pusieran un par de caballos guía desde el último lugar hasta el final de Sloane St. Así sus caballos no tenían que hacer el trabajo más difícil. Estuve observando a ver si veía velos a medida que atravesábamos las calles, y tuve el placer de ver varios en varias cabezas vulgares.

Y ahora, ¿qué tal estáis todos? Y tu, en particular, tras tus preocupaciones de ayer y del día anterior. Espero que la visita de Martha le haya resultado de nuevo agradable, y que mi madre y tú os pudiérais comer el pudding de carne. No te preocupes, pues me acordaré del recogedor de la chimenea tan pronto como me levante mañana.

Tenemos las plazas aseguradas en Drury Lane para el sábado, pero hay tanto furor por ver a Kean que solamente pudimos conseguir las filas tercera y cuarta. Sin embargo, como están en un palco frontal, espero que estemos bastante bien. “Shylock” es una buena obra para Fanny. Creo que no puede afectarlaSHYLOCK mucho.

La Sra. Perigord acaba de estar aquí y le he pagado un chelín por el mimbre. Me ha dicho que le debemos su trabajo de teñir la seda. Mi pobre y vieja muselina todavía no ha sido teñida. Se me ha prometido varias veces que sería hecho. Qué gente tan retorcida son estos tinturistas. Empiezan por sumergir sus propias almas en pecados escarlatas.

Ya es por la tarde. Hemos tomado el té y he recorrido el tercer volunmen de la “Heroína”. No creo que decaiga. Es una parodia deliciosa, al estilo particular de Radcliffe.  Henry sigue con Mansfield Park. Admira a Henry Crawford. Quiero decir, de una manera apropiada, como un hombre listo y agradable. Te digo todas las cosas buenas que puedo, pues sé cuánto las disfrutarás…

Hemos oído que el Sr. Kean levanta más admiración que nunca… No se pueden conseguir buenos asientos en Drury Lane para la próxima quincena, pero Henry tiene intención se asegurarse algunos para el sábado de dentro de dos semanas, teniéndote a ti en cuenta.

¡Dale mi amor a la pequeña Cassandra! Espero que anoche mi cama le pareciera bastante cómoda y no me la haya llenado de pulgas.

Todavía no he visto a nadie en Londres con una barbilla tan alargada como la del Dr. Syntax, ni nadie de tal envergadura como la de Gogmagoglicus.

Con todo mi afecto.Firma JA

 

Jueves.- 

Mi baúl no llegó anoche, supongo que lo hará hoy por la mañana. De no ser así, tendré que pedir prestadas las medias y comprar zapatos y guantes para mi visita. Ha sido una tontería por mi parte no haber previsto esta eventualidad. Sin embargo, guardo grandes esperanzas de que escribiendo así sobre el asunto me traerá el baúl al presente.

Nota: la traducción la ha realizado la autora del blog, no con objeto literario, sino por el contenido del estado físico y/o anímico de Jane Austen, por lo que es susceptible de mejoras en el estilo, la interpretación o la traducción de algunos términos.

Fuente: Le Faye, D. (1995), Jane Austen’s Letters, Ed. Oxford University Press
 
1.- Para saber más sobre la obra Shylock, hacer click AQUÍ
2.- Para saber más sobre el impacto que causó el actor Edmund Kean con esta obra, hacer click AQUÍ