Capítulo 15
Aparece el Sr. Wickham y da su lección magistral de manipulación…
Jane remata al principio de este capítulo la personalidad del primo Collins. Después de tanta pompa y autobombo hay que dejarle en el lugar que le corresponde: la insignificancia.
El Sr. Collins no era un hombre inteligente, y a las deficiencias de su naturaleza no las había ayudado nada ni su educación ni su vida social.
La sujeción con que le había educado su padre, le había dado, en principio, gran humildad a su carácter, pero ahora se veía contrarrestada por una vanidad obtenida gracias a su corta inteligencia, a su vida retirada y a los sentimientos inherentes a una repentina e inesperada prosperidad.
Es cierto que el Sr. Collins no era atractivo. Humilde, vanidoso, con deficiencias de carácter, de educación y de sociedad… pero, en el fondo, no tan mala persona. Una vez que se estableció con dignidad, su idea fue reconciliar a la familia de su padre y de su tío, el Sr. Bennet, por lo que hubo bastante buena intención en elegir esposa entre sus cinco primas.
Jane nos introduce ahora al Sr. Wickham. Estos capítulos son realmente interesantes, pues describe perfectamente la estrategia del manipulador que se ha visto descubierto, y que ha de pervertir (es decir, dar la vuelta de forma maquiavélica a lo acontecido) para dar su versión sobre su relación con Darcy. Él es la víctima y Darcy el verdugo. Él es el bueno y Darcy el malo.
Cómo apunte previo, os daré algunas de las características psicológicas del manipulador, para que podáis identificar la estrategia de Wickham:
– Locuacidad y encanto superficial, que les deja a ellos en un buen lugar.
– Es destacable que no le importe gran cosa el que se evidencie que sus historias son falsas, algo que no siempre es fácil de lograr, dado el desparpajo y la inventiva con que emprenden sus relatos. (…) Esto lo podemos ver al final de OP, cuando le toca un pie presentarse en casa de la familia Bennet, como si nada, algo que ya comentaré más extensamente cuando llegue el momento.
– Falta de remordimiento o sentimiento de culpa
– No experimentan ninguna preocupación por los efectos de sus actos en los demás y, en ocasiones, lo manifiestan claramente. Cuando aseguran que “lo sienten” no es más que por dar una buena imagen; sus palabras anteriores y posteriores y sus hechos suelen contradecir ese arrepentimiento. Junto a esto, encuentran todo tipo de excusas para explicar los desmanes que cometieron y, en muchas ocasiones, niegan en absoluto que ellos fueran los responsables o que tales acontecimientos que se imputan existieron en realidad.
– Falta de empatía
– (…) si mantienen lazos con algunas personas, será por puro interés, no por sentir algo profundo hacia ellas; son, en realidad, como posesiones que tienen, seres que tienen la misión de proveerles de sus necesidades sin que hayan de recibir nada a cambio.
– Mentiroso compulsivo
– Mentir, engañar y manipular son talentos naturales. Cuando se demuestra su engaño, no siente apuro alguno.
– Emociones superficiales
– (…) En ocasiones, junto a una apariencia fría y distante, manifiestan episodios dramáticos de afectividad (que son absolutamente falsos y fingidos. Pero lo hacen muy bien, de forma muy convincente. Es difícil reconocer la simulación.)
– Ni los objetivos ni las reglas de la relación son los mismos para él. (…) Durante la etapa de la seducción él será muy amable y solícito, lleno de proyectos. Suele presentarse como un corazón maltratado.
– No es fácil resistirse ante sus buenas palabras y su encanto personal.
– Suele ser un parásito; si no ha logrado un empleo estable, puede vivir de tu dinero o del de tus/sus familiares.
– No tiene amigos, sólo conocidos;
– Presentará los argumentos de manera que los hechos se vean borrosos o equívocos.
– Se hará el ofendido.
No olvidemos que, cuando se produce esta escena, Wickham acaba de ser violentado por Darcy al haberse descubierto que había pretendido escaparse con su hermana, y haber pedido friamente una suculenta cantidad de dinero para tapar la afrenta. Afortunadamente, Darcy descubrió a tiempo el plan y pudo rescatar a Georgiana de una desgracia en la vida de una joven inocente. Frío, calculador, sin escrúpulos, solamente interesado en el dinero, se presenta como “el hombre ideal”
Wickham cumple el primer supuesto: encanto personal, guapo, excelentes maneras… El encuentro con Darcy se produce en mitad de la calle, y Lizzy es testigo de la tensión entre ellos.
Wickham… Su aspecto decia mucho a su favor, era guapo y esbelto, de trato muy afable… inició una conversación con mucha soltura, con la más absoluta corrección y sin pretensiones.
Wickham y Darcy: A Elizabeth, que vio el semblante de ambos al mirarse, le sorprendió mucho el efecto que les había causado el encuentro. Los dos cambiaron de color, uno se puso pálido y el otro colorado.
¿Qué podría significar aquello? Era imposible imaginarlo, pero era también imposible no sentir una gran curiosidad por saberlo.
Éste será uno de los primeros puntos vulnerables que permitirán que Wickham pueda desarrollar luego su historia: la curiosidad de Lizzy. Ella quería saber algo… y él se lo dio… envenenado. La curiosidad mató al gato…
Capítulo 16
Las hermanas Bennet van a tomar el té a casa de su tía, con Mr. Collins. Los oficiales y el Sr. Wickham han sido invitados.
Cuando Wickham entró en la estancia, Elizabeth notó que ni antes se había fijado en él ni después lo había recordado con la admiración suficiente.
El Sr. Wickham era el hombre afortunado al que se tornaban casi todos los ojos femeninos; y Elizabeth fue la mujer afortunada a cuyo lado decidió él tomar asiento… Elizabeth se dio cuenta de que los tópicos más comunes, más triviales y más manidos, pueden resultar interesantes si se dicen con destreza.
Segundo punto vulnerable de Lizzy. Wickham la elige como presa. Y no es casual. Lizzy ha sido testigo de algo que a él le compromete y tiene que neutralizarla. Sin embargo, ella se siente privilegiada por ser la afortunada de su elección. Ante la presencia del manipulador, su sentido crítico se desvanece y su mente está casi lista para aceptar el “pase de manos” del prestidigitador…
Mientras tanto, el pobre primo Collins, se siente como lo que realmente es…
Collins pareción hundirse en su insignificancia
Wickham podía dedicar el tiempo a hablar con Elizabeth y ella estaba deseando escucharle, aunque no tenía ninguna esperanza de que le contase lo que a ella más le apetecía saber, la historia de su relación con Darcy.
Wickham sabe que Lizzy les ha visto. Necesita neutralizarla en primer lugar, y llevarla a su terreno, antes de que pueda oir la versión de Darcy o de otra persona. Primero tantea y obtiene información, para saber hasta dónde puede llegar.
Preguntó qué distancia había de Meryton a Netherfield, y después de oír la respuesta de Elizabeth y de unos segundos de titubeo, quiso saber también cuánto tiempo hacía que estaba allí el señor Darcy.
Ahora, con la información de que apenas se conocen entre sí, empieza a situarse en una posición privilegiada en cuanto al conocimiento de Darcy. Él es la persona indicada para hablar de él. Se gana la confianza de su audiencia.
Nadie mejor que yo podría darle informes auténticos acerca del señor Darcy. He estado particularmente relacionado con su familia desde mi infancia.
Una vez que él deja claro que él tiene información de primera mano, tantea hasta dónde conoce Lizzy a Darcy, y cuál es su opinión de él. Todavía no debe de cometer un error imprudente.
¿Conoce Vd. mucho al señor Darcy?
(Lizzy) Me parece muy antipático
¡Bingo!
Lizzy, inconscientemente, le da a Wickham el pistoletazo de salida para que éste pueda empezar a llamar a Darcy de todo menos bonito y, lógicamente, a su favor. Lo tiene muy fácil. No será complicado convencer a una persona que ya tiene una mala opinión de otra, de lo mala que puede llegar a ser. Y Wickham empieza a despacharse a gusto. Para dar imagen de buena persona, incluso perdona, y hace referencia, sin ningún tipo de pudor, al padre de Darcy. Si hay que utilizar a los muertos, también se los utiliza. Sinvergüenza Wickham…
(Wickham) Le he conocido durante demasiado tiempo y demasiado bien para ser un juez justo… La gente se ciega con su fortuna y con su importancia o le temen por sus distinguidos y soberbios modales, y le ven sólo como a él se le antoja que le vean… Su conducta conmigo ha sido indecorosa, pero confieso sinceramente que se lo perdonaría todo menos que haya frustrado las esperanzas de su padre y haya deshonrado su memoria.
Todo esto refuerza a Lizzy en su primera impresión, por lo que es lógico que se sienta más identificada con Wickham, y más preparada para escuchar su versión.
Lizzy le escuchaba con sus cinco sentidos
(Wickham)No era mi intención incorporarme a la vida miliar, pero las circunstancias actuales me hicieron elegirla. La Iglesia debió haber sido mi profesión; para ella me educaron y hoy estaría en posesión de un valioso rectorado si no hubiese sido por el caballero de quien estaba hablando hace un momento.
Pobrecito, víctima del malvado Darcy, que frustró sus planes… ¡pobre Darcy! Él , que por activa y pasiva procuró que Wickham dejara su vida disoluta…
Un hombre de honor no habría puesto en duda la intención de dichos términos… Pero el hecho es que somos muy diferentes y que él me odia…
Víctima total… le odia, le machaca, le frustra la vida… ¡Pobrecín! … Y Lizzy pica el anzuelo, saca la cara por el perverso… ¡cuánto, cuánto se está equivocando! Y todavía no lo sabe….
(Lizzy) Merece ser desacreditado en público
(Wickham) No seré yo quien lo desacredite. Mientras no pueda olvidar a su padre, nunca podré desafiarle ni desenmascararlo.
¡Oh, cuánta bondad!

Elizabeth le honró por tales sentimientos y le pareció más atractivo que nunca mientras los expresaba.
Lizzy ya ha caído en lo que yo llamo el efecto distorsionador del manipulador. Ya está en su “mundo al revés”, en el que ha encajado la imagen ideal, ese mundo en el que él es el bueno, y el bueno es el malo…. Lizzy ya va en esta historia con la cabeza para abajo… y viendo el mundo desde la perspectiva del camaleón. ¡Wickham, eres un artista!
(Lizzy) ¿Qué puede haberle inducido a obrar con esa crueldad?
(Wickham) los celos…no tenía carácter para resistir aquella especie de rivalidad en que nos hallábamos, ni la preferencia que a menudo me otorgaba su padre.
Otro argumento que suelen utilizar los manipuladores. En el siglo XVIII y en el siglo XXI. Nada ha cambiado. Los demás les envidian, les tienen celos… está bien cuando no se tiene un argumento objetivo. Esto es literalmente de manual. (¿Comprendéis por qué Jane es tan atemporal y universal?)
(Lizzy)No podía sospechar que descendiera hasta una venganza tan maliciosa, tal injusticia, tanta falta de humanidad como ésta.
(Lizzy) Es demasiado orgulloso para no ser honrado; y falta de honradez es como debo llamar a lo que ha hecho con usted.

Para Lizzy, Darcy no es que sea malo, es que es el demonio con patas. Y Wickham, aunque no se le note por fuera, está que no cabe en sí de regocijo. ¡Dando palmas con las orejas!
(Wickham) El orgullo ha sido a menudo su mejor consejero… le ha llevado con frecuencia a ser liberal y generoso, a dar su dinero a manos llenas, a ser hospitalario, a ayudar a sus colonos y a socorrer a los pobres. El orgullo de familia, su orgullo de hijo, porque está muy orgulloso de lo que era su padre, le ha hecho actuar de ese modo.
Eso es, Wickham…. Darcy es un hipócrita que utiliza el dinero para comprar a los demás, para dar la buena imagen que necesita para ocultar su auténtica naturaleza malvada…. ¿o estaba hablando de sí mismo? Pero, esto, Lizzy todavía no lo sabe…. Y lo aprenderá de una manera muy dolorosa.
(Lizzy) ¿Qué clase de muchacha es la Srta. Darcy?
(Wickham) Ahora se parece demasiado a su hermano…. ¡Las horas que he pasado entreteniéndola!
¡Qué poca vergüenza! ¡Acababa de intentar deshonrarla y se presenta como su cuidador y cuasi tutor que velaba por ella! Es que me pongo… ¡que me pongo!
El Sr. Bingley… no debe saber cómo es en realidad el señor Darcy
Después, Wickham pregunta por el Sr. Collins. Se le informa de su relación con Lady Catherine de Bourgh. Wickham les hace saber que es la tía del Sr. Darcy, y que su hija y él están destinados a casarse. Elizabeth se regocija y piensa en la pobre Srta. Bingley. Wickham también pone verde a la tía. Ya ha cogido carrerilla y va con los rizos al viento:
sospecho que la gratitud le ciega… es una mujer arrogante y vanidosa
Siguieron hablando juntos, para satisfacción de ambos….. sus modales encantaron a todo el mundo… y Elizabeth se fue prendada de él. De vuelta a casa no podía pensar más que en el señor Wickham y en todo lo que le había dicho.
¡Pobre, pobre Lizzy!
Y ahora, como siempre ¡A VOTAR!
http://prideandprejudice200years.blogspot.com.es/2013/03/las-mejores-frases-de-orgullo-y.html
Muchas gracias por el excelente desarrollo Saludos Dora gardella
Gracias a ti, Dora! 😉
Ay, chiquita, que no puedo concentrarme en codas serias y en el análisis de Whickam con la escena que me hiciste ver hace minutos de un Darcy apasionado, con las pantorrillas al aire! Lo dejo para otro momento…
(por supuesto, impecable tu análisis psicológico del manipulador).
Zenkiuverimach!! Wickham nos dará mucho que hablar…..
La descripción perfecta de un manipulador. Pero hasta leer tu análisis, no he caído en la cuenta de que W. fuera un caso siquiátrico. Y eso que conozco personalmente a un joven de 17 años que es así, sólo que a él le pude ver su cara menos simpática desde sus 12 años.
Duele leer cómo tergiversa los pensamientos y sentimientos de Elisabeth. Pobre Darcy!
Ser manipulador, lamentablemente, no es un trastorno psiquiátrico, sino un perfil de personalidad. Saben perfectamente lo que hacen, y con quien. Y Lizzy, como suele ser habitual, picó. Menos mal que los vientos no soplaron a favor…. 😄😄😄