Carta de Jane a Cassandra  (Jane tenía 22 años)

Sábado 27-Domingo 28 de Octubre de 1798

De Steventon a Godmersham

Sábado 27 de Octubre

Mi querida Cassandra:

Tu carta de hoy ha sido una sorpresa de lo más agradable, y he cogido una cuartilla grande para mostrarte mi gratitud. Llegamos ayer entre las 4 y las 5, pero no puedo darte cuenta de nuestro último día de viaje de manera tan triunfal como la de los dos primeros días.

Al poco de terminar mi carta desde Staines, mi madre empezó a sufrir por el ejercicio y la fatiga del viaje hasta ese momento, y estuvo bastante indispuesta con ese tipo particular de evacuación que normalmente precede a sus enfermedades.

No pasó una buena noche en Staines y sintió la garganta irritada durante el trayecto de la mañana de ayer, que permitía predecir más bilis. Sin embargo, soportó el viaje mucho mejor de lo que yo esperaba. Paramos en Basingstoke durante más de media hora, donde recibió un reconfortante cuenco de caldo y al Sr. Lyford, quien le aconsejó que se tomase 12 gotas de láudano antes de irse a la cama, a modo de reconstituyente, e hizo tal y como se le indicó. Quizás no se trate de la forma más maravillosa de que su viaje haya producido algún tipo de visitas. Espero que en pocos días se le haya pasado completamente. James nos visitó en el momento en que íbamos a tomar el té, y mi madre estaba lo suficientemente bien como para hablar con él muy animadamente antes de irse a la cama. Lyford ha prometido que nos visitaría dentro de unos días, para decidir qué hacían con la infusión de diente de león. Le mostraron las recetas de Basingstoke y contaron con su absoluta aprobación. Tan sólo necesitan unas ligeras variaciones para que se puedan adaptar mejor a la constitución de mi madre.

James parece haber vuelto a su vieja estrategia de venir a Steventon a pesar de las quejas de Mary, pues vino aquí antes del desayuno y ahora nos está visitando de nuevo. Dice que Mary está bastante bien e inusualmente gruesa (estaba embarazada de ocho meses). Tenían que haber cenado hoy con nosotros, pero el tiempo es demasiado malo. He tenido el placer de escuchar que Martha está con ellos. James la recogió de Ibthorp el jueves, y estará con ellos hasta que se vaya a Kintbury.

En nuestro viaje de ayer no tuvimos absolutamente ninguna aventura, excepto que nuestro baúl casi se resbala y se cae, y nos vimos obligados a parar en Hartley para engrasar las ruedas.

Mientras mi madre y el Sr. Lyford estaba juntos, me fui a ver a la Sra. Ryders y compré lo que tenía intención de adquirir, pero no con mucha perfección. No tenía tirantes estrechos para niños y casi no había seda para tejer. Pero, como de costumbre, la Srta. Wood muy pronto irá a la ciudad, y traerá provisiones nuevas. Le dí 2 chelines y 3 céntimos por yarda para mi franela, aunque sospecho que no es demasiado buena. Pero se trata de un artículo tan desagradable y despreciable en sí mismo, que el que sea comparativamente bueno o malo carece de importancia. De todas formas, compré algo de tinta de Japón (de mejor calidad) y la semana que viene comenzaré con las operaciones en mi sombrero, del que sabes que dependen mis principales esperanzas de felicidad. De hecho, estoy a todo: anoche tuve el honor de derramar las gotas de mi madre; me encargo de llevar las llaves del vino y de la despensa; y en dos ocasiones desde que he empezado esta carta he tenido que dar órdenes en la cocina: nuestra cena de ayer fue muy buena, y el pollo estaba hervido en el punto correcto de cocción. Por lo tanto, no me veré obligada a despedir a Nanny por este motivo.

Casi todo fue desempaquetado y sacado ayer por la noche. Nanny prefirió hacerlo así, y yo no lamenté estar ocupada. He desempaquetado los guantes y he puesto los tuyos en el cajón. Tienen un color claro y bonito, y creo que son exactamente cómo lo habíamos decidido.

Tu carta llegó acompañada por otra de la Sra. Cooke, en la que nos cuenta que Battleridge (un libro escrito por una prima de la Sra. Austen) no saldrá publicado antes de enero. Y que está tan poco satisfecha con los retrasos de Cawthorn que no tiene intención de contratarle de nuevo. La Sra. Hall de Sherbourn dio a luz ayer a un niño muerto, unas semanas antes de lo esperado, debido a un susto. Supongo que le ocurrió por mirar a su marido de manera desprevenida.

Ha llovido bastante los últimos quince días, mucho más que en Kent. Y de hecho las carreteras desde Staines estaban terriblemente sucias. El camino de Steventon no se queda atrás, y no sé cuándo seré capaz de ir a Deane.

He oído decir que Martha tiene el mejor aspecto y estado de ánimo desde hace mucho tiempo, y me atrevo a aventurar que ahora podrá reirse abiertamente del Sr. W.

Los anteojos que encontró Molly son de mi madre, y las tijeras, de mi padre.

Estamos muy felices por las buenas noticias que nos das de tus pacientes (la mujer de Edward y su bebé, nacido el 10 de Octubre), los grandes y los pequeños. Que mi querido Itti Dordy (el pequeño George de tres años)se acuerde de mi me produce mucho placer. Un placer de lo más tonto, porque sé que muy pronto se habrá olvidado. Mi apego hacia él durará algo más. Pensaré con delicia y ternura en su rostro tan bonito y sonriente, y en sus modales tan interesantes, hasta que dentro de unos años se convierta en un tipo ingobernable y descortés.

Hemos desempaquetado los libros de Winton. Y hemos hecho sitio en la estantería de manera que ya tenemos espacio suficiente para todo lo que deseemos colocar en ella.

Quiero creer que los empleados se alegraron mucho de vernos, desde luego Nanny estoy segura de que sí. Me confesó que estaba todo muy aburrido y eso que tuvo a su hijo con ella hasta el domingo pasado.

Creo que han quedado uvas, pero no demasiadas. Habrá que recogerlas cuanto antes, o esta lluvia las pudrirá por completo.

Estoy muy enfadada conmigo misma por no escribir más junto. ¿Por qué mi caligrafía es más expandida que la tuya?

La hija de la Sra. Tilbury ha venido a por provisiones. ¿Le doy algunas de las ropas de bebé tuyas? El vendedor de telas estuvo aquí hace tan sólo unos días. ¡Qué mala suerte para nosotras dos que haya venido tan pronto! La Sra. Bushell nos hará la colada
solamente una semana más, pues Sukey ha conseguido trabajo. La mujer de John Steevens se engarga de nuestra purificación, aunque con su aspecto nadie diría que nada de lo que toque alguna vez pueda parecer limpio pero, ¿quién sabe? No parece posible que de momento podamos tener a ninguna otra mujer más entre el personal de servicio, pero la Sra. Staples hará las funciones de una de ellas.

Mary ha contratado a una chica joven de Ashe, que no ha servido nunca, para que se encargue de fregar, pero James tiene sus dudas de que sea lo suficientemente fuerte para el puesto.

Últimamente el conde de Harwood ha estado en Deane, según nos escribió Mary. Su familia le comunicó que recibirían a su mujer si ésta continuaba comportándose bien al menos durante un año más. Estuvo tan agradecido como pudo. Su comportamiento durante todo este asunto ha sido particularmente amable. El conde y su mujer viven de la forma más privada que se pueda imaginar en Portsmouth, y no tienen absolutamente a nadie de personal de servicio. ¡Qué prodigioso amor a la virtud innato debe de tener ella para haberse casado en tales circunstancias!

Es sábado por la tarde pero escribí casi todo lo anterior por la mañana. Mi madre no ha bajado en todo el día. El láudano la ha hecho dormir bastante y, en general, creo que está mejor. Mañana espero poder ser más positiva sobre este asunto. Hemos cenado mi padre y yo solos. ¡Qué raro! Él y John Bonde pasan ahora momentos muy agradables juntos, y acabo de oir las pesadas pisadas de éste último en el pasillo.

James Digweed nos visitó hoy y le dí la autorización para cazar de su hermano.

También nos ha visitado Charles Harwood simplemente para ver cómo estamos. Venía de camino desde Dummer, a donde acompañó a la Srta. Garrett, que va a volver a su antigua residencia de Kent.

Voy a dejar de escribir o no me quedará espacio para poder añadir mañana una sola palabra.

Domingo.-

Mi madre ha pasado una noche muy buena y, aunque no se levantó para el desayuno, se siente mucho mejor hoy. He recibido carta de mi tía y te agradece tu boceto. Pronto escribiré a Charles. Te pido que les des a Fanny y Edward un beso de mi parte, y que le preguntes a George si tiene alguna canción nueva para mi. Nuestra tía ha tenido la amabilidad de invitarnos a Bath de nuevo. Una amabilidad que se merece a cambio algo mejor que simplemente nuestro aprovechamiento de ello.

Tuya siempre.

Fuente:

LeFaye, D. (1995), Jane Austen’s Letters, Oxford University Press