Tras haber leído algunas de sus cartas, nuestra imaginación ha volado a esos lugares donde Jane transcurrió los años más plácidos de su vida, y que produjeron la mayoría de las obras que hoy conocemos. Aunque ya hemos visto fotos de su casa si nos hemos dedicado a navegar por internet, os traigo aquí un pequeño montaje que he realizado, que espero que además añada algunas curiosidades y nuestra mente se transporte de nuevo a los lugares que inspiraron nuestras novelas favoritas.
Encontraréis desde objetos cotidianos de la vida de Jane: jarras, platos, cucharas, zapatos, vestidos, colcha… su dormitorio, la mesa de escritura, el comedor, la biblioteca… ¡y hasta un mechón de pelo!
Vámonos de visita….