Hace más de cincuenta años, en 1952, el retrato del hermano de Jane Austen, Edward, fue vendido por 24 libras por asuntos de herencias. El comprador fue un miembro activo de la Jane Austen Society del momento, el coronel Satterthwaite, quien especificó en su testamento que Richard Knight, el tres veces tataranieto de Edward, tuviese algo que decir sobre el destino del cuadro. Cuando el coronel falleció, Richard tenía solamente 13 años, y el retrato permaneció en la Jane Austen Society.
El tamaño de la pintura resultó ser un problema, y ha necesitado algo de restauración y un marco nuevo, para poder quedar definitivamente colgado en las paredes de Chawton, en la semana del 235 aniversario del nacimiento de Jane.
Steve Lawrence, Sandy Lerner y Richard Knight (el tres veces tataranieto de Edward)
El retrato muestra a un Edward joven, mientras hacía su Grand Tour de Europa. Se cree que fue realizado en Roma en 1788, pero se desconoce quién fue el artista que lo pintó.
Edward fue legalmente adoptado, con el consentimiento de la familia, por Thomas y Catherine Knight, unos primos lejanos de los Austen, millonarios y sin hijos. Esto fue lo que le permitió ofrecer a su madre y hermanas, Jane y Cassandra, la vivienda de Chawton, donde Jane realizó y revisó gran parte de sus obras.
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No sabía lo de esta adopción….
¡Qué cosas tan raras se hacían entonces!
¿Sabes de alguna publicación donde pueda tener información sobre los modelos familiares de la época?
Si… sobre la adopción de Edward hay bastante en cualquier biografía de Jane Austen. En aquella época era normal dar a los niños a nodrizas para que los amamantasen (no había biberones); la crianza de los hijos eran una cuestión de familia extendida, no solamente una obligación exclusiva del padre y de la madre. De hecho, en España, no hace tanto, y con la emigración, era muy normal dejar a los hijos a cargo de familiares, y muchas veces se pasaban años sin verse…
Y en este caso, eran unos parientes ricos que no tenían hijos (la madre de Jane Austen venía de muy buena familia) y viendo la prole y las dificultades que estaban teniendo, decidieron adoptar a Edward, que era el tercero, pero parece ser que era su favorito. Gracias a esto pudo tener Jane Austen una vida algo más digna (la casa de Chawton era parte de esa herencia y propiedad), y acceso a cierto ambiente social, aunque pienso que siempre se sintió la hermana pobre, tal y como se refleja en Mansfield Park.