MP Capítulo 5

Sinopsis

Toda la juventud de Mansfield Park se va conociendo y los planes se van ajustando tal y como estaba previsto. Al estar Maria comprometida con Mr. Rushford, a Henry Crawford le correspondía Julia, la menor de las hermanas Bertram. Ésta, consciente de ello, no tardó ni una semana en enamorarse de él. MaryMary Crawford Crawford, mientras tanto, tenía más donde elegir: Tom y Edmund. Reflexionando, el mayor tenía más ventajas, y Mary pensó que, además de las evidentes de heredero de su padre, era una persona de maneras dulces, tranquilas y agradables. Se imaginó al candidato ideal.

¿Y Fanny dónde estaba en todo esto? Mary Crawford tenía gran curiosidad por saber si la prima de los Bertram había sido ya presentada en sociedad. Los primos no tenían muy clara la idea, pero se llegó a la conclusión de que, dado que nunca asistía a bailes, normalmente se mantenía muy callada y prudente, y siempre se quedaba a cenar con sus tías, no había sido presentada en sociedad.

Análisis y Reflexiones

En realidad este capítulo es una lección de protocolo de la época. La gente joven empieza a conocerse, y es importante, para comprometerse en matrimonio, saber si una jovencita ya es casadera, o no. Haber sido presentada en sociedad tenía una serie de características formales, y también informales. Por un lado, una chica que no hablara con soltura delante de un hombre, especialmente si estaba a solas con él por cualquier circunstancia, probablemente todavía no había cumplido su mayoría de edad. La cuestión podía cambiar radicalmente si ya estaba presentada: entonces podía desplegar todas las bondades de su naturaleza para atraer hacia sí a los candidatos oportunos.

Además, los hombres debían de saber quiénes estaban ya presentadas en sociedad o no. Por muy poca que fuera la diferencia de edad entre hermanas o mujeres de la misma familia, si una de ellas había sido presentada en sociedad, el caballero no debía prestarle más atención ni conversación a la que no lo estaba. Supondría un agravio importante y pondría en evidencia su falta de delicadeza pero, especialmente, de preparación social.

En este capítulo, Henry Crawford se muestra muy desapegado de la cuestión afectiva. Las Srtas. Bertram le gustan, pero no ha caído rendido a sus encantos, ni pretende tampoco que ellas mueran por él. Para él semary and Fanny trata más bien de un juego de flirteo que de una posibilidad real de casarse con alguna de ellas. En Fanny, ni había reparado. Pero sí lo hizo Mary Crawford. Tenía dos hombres guapos y casaderos ante ella y quería saber si tenía competencia real. De ahí su interés por saber qué papel le correspondía a Fanny. Al llegar a la conclusión de que no había sido presentada en sociedad, probablemente se vio todopoderosa a la hora de tantear a sus dos posibles candidatos, aunque lógicamente el más apetecible, por muchos motivos (educación, aspecto, saber estar, mundología, conversación, etc.) era el mayor, Tom.

El tono de Edmund al hablar de Fanny y explicarle su situación a Mary era el mismo que podía haber empleado para describir la función que desempeñaba en la familia el carlino de su  madre.

Jane Austen nos presenta de nuevo un panorama en el que, para elegir pareja, priman más los fríos cálculos de la conveniencia que los cálidos vaivenes de los sentimientos. Pero utilizar la razón no significará indefectiblemente que se tenga; en estos cálculos, la mayoría de los primos se van a equivocar. Casi igual que si se hubieran dejado llevar únicamente por el corazón.

Frases geniales

– (sobre las hermanas Bertram respecto a Mary Crawford) Ellas eran demasiado guapas por sí mismas como para que pudiera disgustarlas que otra mujer también lo fuera.

– (sobre las intenciones de Henry Crawford) Al principio su único objetivo era resultarles agradable. No pretendía que ninguna de ellas muriera de amor por él.

– (Henry Crawford sobre las mujeres) Una mujer comprometida es más agradable que la que no lo está. … pues siente que puede desplegar todo su poder de seducción sin levantar sospechas.

El matrimonio es, de todas las transacciones, en la que uno espera más de los otros, y en la que se es menos honesto.

Si uno de los planes para ser feliz falla, la naturaleza humana busca otro alternativo.