Por Alessandra Baldini NUEVA YORK, 15 (ANSA) –

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El escocés Walter Scott y Jane Austen son los escritores británicos del siglo XIX que más influyeron sobre los demás novelistas en términos de lenguaje y estilo, superando a clásicos como Charles Dickens o Mark Twain

Lo descubrió una computadora del Stanford Literary Lab, creación de uno de los gurúes de la literatura comparada en Estados Unidos, el italiano Franco Moretti.

Moretti es el padre de un nuevo enfoque de estudio por el cual un investigador, en lugar de abordar los textos uno por uno, confía los «megadatos» a «cerebros electrónicos» que apuntan a lograr una nueva perspectiva de investigación.

En «Distant Reading» -una antología publicada tras diez años de aplicación del nuevo método- Moretti explica que hasta ahora «en el fondo de todo estudio literario había un ejercicio teológico, un tratamiento muy solemne de poquísimos textos tomados muy en serio, mientras lo que nosotros necesitamos realmente es un pacto con el diablo: sabemos cómo leer textos, ahora aprendamos a no leerlos».

Un ejemplo de este nuevo enfoque, que según el crítico Elif Batuman tiene «el irresistible magnetismo de lo diabólico», es «Style Inc», donde Moretti toma 7.000 novelas publicadas entre 1740 y 1850 y las pone en una computadora.

Los resultados demuestran que los títulos se volvieron mucho más breves en ese período. Otra megatendencia: los adjetivos son comunes en títulos de novelas sobre padres y madres, pero están ausentes en aquellas sobre vampiros y piratas.

«Al acortarse -asegura Moretti- los títulos adoptan una estrategia que impulsa al lector a buscar unidad en la estructura narrativa. Es un importante desarrollo estilístico que persistió durante 200 años».

Moretti fundó el Stanford Lab junto con su lega Matthew Jockers en 2010, tras el gran giro que empezó a producir en 2004 la aparición de Google Books y su intención de escanear el patrimonio literario mundial: una empresa titánica, con el potencial de transformar la literatura en datos como no había ocurrido nunca antes.

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Fuente:

http://www.ansa.it/ansalatina/notizie/rubriche/cultura/20130617191335575532.html