Siempre es refrescante ver cómo los hombres hacen referencia a las obras de Jane Austen, y más cuando pueden verse a ellos mismos cómo reflejo de lo que hace que las mujeres nos enamoremos del género masculino, y cuando cualquiera de los personajes de sus novelas, por fin, les sirve como modelo a seguir de cómo podrían ser, no sólo por nosotras, sino especialmente por ellos.

Hemos encontrado dos artículos muy interesantes, en inglés, de los que pondremos el enlace pero de los que haremos un breve resumen:

1.- Por qué necesitamos a Jane Austen o cómo convertirse en un caballero a través de los buenos y malos ejemplos.

En este artículo, Mark Mitchell se refiere a Jane Austen como algo más que una buena lectura, un buen entretenimiento o una buena comedia de estilo.

Destaco del artículo la referencia que hace a los hombres Austen, que son capaces de entender lo que significa ser responsable; son hombres comprometidos con sus familias, su reputación, la propiedad de sus actos y el autocontrol. Actuar de manera contraria no tiene que ver con lo que podríamos denominar un caballero, ni siquiera con lo que significa ser un hombre.

Según el autor, vivimos en una sociedad que glorifica en exceso las relaciones basadas en la sexualidad, casi polivalente, mientras que Austen refleja en sus libros la nobleza que significa el autocontrol, la bondad detrás del decoro, e incluso la sexualidad como un misterio maravilloso dentro de un contexto de la pareja fundamentada tanto en el amor como en el sentido común. Y se trata de una lección válida para cualquier generación.

Para leer el artículo completo en inglés:

http://www.frontporchrepublic.com/2011/04/why-we-need-jane-austen-or-how-to-be-a-gentleman-with-examples-good-and-bad/

2.- Orgullo y Prejuicio vs. la cultura porno

De nuevo, Mark Mitchell escribe un interesante artículo sobre la actual educación de la juventud demasiado centrada en la cultura porno, y que está teniendo como resultado una sociedad misógina donde las mujeres se ven expuestas cada vez con más frecuencia a todo tipo de asaltos sexuales, y de cómo Universidades como la de New Hampshire están empezando a tomarse este asunto con la seriedad que requiere.

¿Cómo volver a enseñar el valor de una relación afectiva basada en valores que no sean exclusivamente sexuales, o peor aún, pornográficos?

El autor se refiere entonces a Jane Austen y más concretamente a Orgullo y Prejuicio. No hay manera de imaginar a Lizzy y Mr. Darcy, cuya relación se basaba en la educación, constancia, amabilidad y respeto, participando en una relación tipo «aquí te pillo aquí te mato», que dañaría gravemente su integridad como personas.

Aunque para muchos el mundo de Austen es demasiado «ideal», cualquier padre preferiría recibir como futuro yerno a un Mr. Darcy, que a un macarra sin escrúpulos, que hubiese pasado años de su vida fantaseando con mujeres protagonistas de una realidad pornográfica. ¿Quién sería mejor marido, mejor amante, mejor padre? La cultura actual basada en tratar a las mujeres como actrices de películas porno no las favorece en absoluto, pero tampoco favorece a la sociedad en conjunto. La desaparición de la caballerosidad es algo digno de lamentar, pero Mike Mitchell hace una llamada para que los hombres apuesten por un trato más digno hacia las mujeres, hacia sí mismos y hacia la sociedad.

Para ver la entrada completa en inglés:

http://www.frontporchrepublic.com/2011/04/pride-and-prejudice-and-porn/