La versión de Jane Austen
Carlos I

Este amable monarca parece que nació para sufrir desgracias equiparables a las de su maravillosa abuela. Desgracias que no pudo llegar a merecer ya que era su descendiente. Es cierto que nunca antes hubo en Inglaterra tantos caracteres detestables a la vez como en este periodo de su historia, y nunca fueron los hombres amables más escasos. El número de éstos en todo el reino podía ascender a cinco, aparte de los habitantes de Oxford que siempre fueron leales a su rey y fieles a sus intereses. Los nombres de estas cinco personas nobles que nunca olvidaron su deber, ni traicionaron el vínculo con su Majestad fueron los siguientes: El propio Rey, siempre rápido en defenderse; el Arzobispo Laud, el conde de Strafford, el vizconde de Faulkland y el Duque de Ormond, que fueron apenas menos vigorosos y fervientes en la causa. Mientras que enumerar a los Villanos de la época supondría tener que escribir o leer una lista demasiado larga, me contentaré con mencionar a los líderes de la Pandilla. Cromwell, Fairfax, Hampden y Pym pueden ser considerados los causantes originales de todos los disturbios, malestares y guerras civiles en las que se vio envuelta Inglaterra durante muchos años. Durante este reinado, al igual que en el de Elizabeth, me siento obligada a pesar de mi preferencia por los escoceses, a considerarlos igual de culpables que a los ingleses en general, pues osaron a pensar de forma diferente a la de su

soberana, a olvidarse de la adoración que le debían como Estuardos, a rebelarse en su contra, a destronarla y a encarcelar a la desgraciada Maria; a oponerse, engañar y vender al no menos desgraciado Carlos. Los eventos durante el reinado de este monarca son demasiado numerosos para mi pluma, y de hecho tener que recitar cualquiera de ellos (excepto el que yo estoy haciendo) carece de total interés para mi.
La razón principal por la que he realizado esta Historia de Inglaterra ha sido para probar la inocencia de la Reina de Escocia, y me atrevo a decir que lo he hecho de forma muy contundente. Y también lo he hecho para insultar a Isabel, aunque mucho me temo que me he quedado escasa en ésta última parte de mi plan.
Por lo tanto, como no es mi intención dar ningún detalle particular sobre las desgracias en las que se vio envuelto este Rey por la conducta errada y la crueldad de su Parlamento, me sentiré satisfecha con su defensa sobre el gobierno arbitrario y tirano con el que siempre se le ha reprochado. Es mi sentir que no hay dificultad en ello, porque estoy segura de satisfacer, con un solo argumento, a cualquier persona sensible y de buena disposición cuyas opiniones hayan tenido la guía de una buena educación. Y este argumento es que él fue un Estuardo.
Finis.
Sábado, 26 de Noviembre de 1791
La versión oficial
Como suelo hacer cuando existe una traducción ya realizada en Wikipedia, os remito a la misma:
http://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_I_de_Inglaterra
En este caso os la recomiendo, pues se trataba del segundo hijo de Jacobo I. Su hermano mayor, Enrique, murió de tifus y él se vio heredero al trono. Pequeño, malhecho, subdesarrollado, apenas hablaba con 3 años… nada de esto le acompañó para enfrentarse con los personajes que conformaron su séquito durante su reinado. Nos os lo perdáis…
Fuentes:
LeFaye, D. (1993), The History of England by Jane Austen, A facsimile, Ed. The British Library